Milio Mariño
El próximo 14 de Diciembre, la cineasta gaditana Oliva Acosta, estrenará un documental, titulado “Las Constituyentes”, en el que recoge el testimonio de las 27 congresistas, 21 diputadas y 6 senadoras, que accedieron al Congreso y al Senado, tras el periodo franquista, y participaron en la elaboración de la constitución de 1978, defendiendo activamente la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Nadie se había referido, hasta ahora, a las madres de la Constitución, que bien merecen el reconocimiento aunque solo sea por su presencia en unas Cortes cuya participación femenina no pasaba del seis por ciento. Bien lo merecen porque, de aquellas 21 diputadas, hemos pasado a las 139 de la presente legislatura y esa mayor presencia creo, sinceramente, que se debe a la evolución de la sociedad pero también, y es justo reconocerlo, a la Ley de Igualdad promovida por Zapatero. Una ley que incorporó al ordenamiento español dos directivas europeas en materia de igual de trato y estableció que en las listas electorales el porcentaje de candidatos, de cada uno de los sexos, no debería ser inferior al cuarenta por ciento.
Para ser justos conviene recordar que la citada Ley fue recurrida por el PP ante el Tribunal Constitucional. El PP dijo, entonces, que no entendía ni quería saber de cuotas, que las mujeres que accedieran a cargos políticos, y puestos de responsabilidad, deberían hacerlo por su valía, no porque pertenecieran al sexo femenino.
Apoyándose en ese razonamiento, los medios conservadores y los políticos del PP arremetieron contra Zapatero cuando, en 2008, nombró aquel Gobierno que llamaron rosa, un gobierno en el que había ocho ministros y nueve ministras.
Las mujeres que formaron aquel gobierno, sobre todo Carme Chacón, González Sinde, Leire Pajin y Bibiana Aido, fueron objeto de una campaña de burla y descredito que se apoyaba en el falso argumento, esgrimido por los populares, de que los socialistas anteponían la cuota de representación femenina a cualquier otro mérito y eso explicaba que accedieran al cargo mujeres que no estaban preparadas para desempeñarlo.
Cuatro años después Rajoy es Presidente del Gobierno. Un Presidente que, en apenas un año, ha mentido tanto que nadie sabe si será el mismo que recurrió la Ley de Igualdad, o estará más cerca de aquel que en su debate con Rubalcaba dijo que las mujeres están para llevar la casa.
Olvidándonos del recurso, de la frase de Rajoy en el debate electoral y de exabruptos como el de Castelao Bragaña, que dijo que "las leyes son como las mujeres, están para violarlas", lo cierto es que el PP ha incorporado a un buen número de mujeres en puestos de responsabilidad.
Cabe suponer, de acuerdo con su criterio, que las mujeres del PP que, ahora, están en esos puestos no habrán accedido a ellos como decían que accedían las del PSOE, es decir por el “merito” de pertenecer al sexo femenino, sino por su valía.
Así debió ser, lo único que el balance es desolador. La contribución, hasta el momento, de las mujeres que el PP ha puesto de Ministras y en puestos de responsabilidad iguala y, en muchos casos, supera la ineficacia y la torpeza de los hombres que, también, eligió para esos cargos. Claro que, como disculpa, el PP puede decir que “sus mujeres” tienen derecho a ser más torpes que los hombres porque no aceptaron ni aceptan la Ley de Igualdad.
Milio Mariño /Artículo de Opinión/ Diario La Nueva España.
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