lunes, 27 de junio de 2016

Al escondite inglés

Milio Mariño

La explicación de por qué, en el Reino Unido, decidieron salir de la Unión Europea no creo que sea tan simple como apuntan algunos analistas, ciertos políticos y hasta un ex presidente de gobierno. No creo que fuera una disputa entre los jóvenes y los viejos. Si buscamos la explicación por ese lado hay otras mejores. Contaba Julio Camba que mientras había estado en Inglaterra nunca había tenido la sensación de haber vivido entre personas mayores. Según él, Inglaterra es un pueblo de niños que vive una infancia perpetua. Estoy de acuerdo. Los ingleses son como niños grandes, con todo el egoísmo y la ingenuidad que ello conlleva. Pero la clave del triunfo de los partidarios del “out” no creo que fuera esa, ni tampoco que la permanencia se dirimiera entre quienes piensan con el corazón y quienes lo hacen con la cabeza. Los analistas que esgrimen esas razones son, a mi juicio, demasiado simplistas. Prefieren la crítica fácil y huyen de analizar otras variables en las que la Unión Europea no sale muy bien parada.

Deberían empezar por la mentira más grande. Por eso de que la libre circulación de mercancías, capitales y personas se hizo para beneficiar a los trabajadores. Un cuento que no sé si será chino, pero es falso de todas, todas. Se hizo para beneficiar a las empresas y las élites financieras. El capital siempre estuvo a favor de la libre circulación porque es su mayor beneficiario. Los trabajadores no se beneficiaron en nada. Al contrario, para ellos solo significó menos puestos de trabajo, menos derechos y menos salario. Y si a eso añadimos que la Unión Europea dejó de ser un mercado común para convertirse en una especie de Confederación de Estados bajo el mando de una Alemania con pretensiones de germanizar Europa a golpe de decretos urdidos en ese almacén de burócratas llamado Bruselas, encontramos muchas respuestas a las razones de los euroescépticos.

Cierto que los ingleses son muy suyos y sienten compasión por los desdichados que no tuvieron la fortuna de nacer británicos. Cierto también que siguen llevando el volante a la derecha y conducen por la izquierda. Y, para completar el cuadro, añadan, si quieren, que se emborrachan más de la cuenta. Pero ahondar en eso, o en la edad de los que votaron fuera o dentro, es evitar el fondo del asunto. Las razones están en lo que dijimos. En la crisis económica y la hegemonía de un país, Alemania, que logró imponer su política de ajustes al resto de Europa.

Los trabajadores y, en general, la gente de a pie, tiene motivos más que de sobra para rechazar la Unión Europea. Otra cosa es quienes son los que se aprovechan y sacan rédito del descontento. Los que esgrimen, como solución a todos los males, el nacionalismo carca, la vuelta a las fronteras y el rechazo a los inmigrantes. Un falso remedio que, ante la falta de ideas que combatan los devastadores efectos de la crisis, ha quedado en manos de los extremistas. La extrema derecha y el populismo son quienes abanderan lo que no han sabido, o no han querido, abanderar la izquierda tradicional y la derecha moderada. Podemos jugar al escondite inglés y disimular lo que queramos, pero la dura y cruda realidad es que la ultraderecha de Francia, Polonia, Hungría y Austria apunta el mismo camino que la del Reino Unido.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

viernes, 24 de junio de 2016

Esta nueche ye San Xuan

La mio collaboracion de los xueves nel Programa de la RPA Noche tras Noche.

El mi lio d'esta selmana nun pue ser otru que'l d'esta nueche, que ye la nueche de San Xuan, la fiesta celta del solsticiu de branu. Una fiesta que correspuende al día 21 y los católicos treslladaron al 24. De mou qu’agora mesmu, d'equí a nada, tarán celebrándose en toa Asturies los ritos qu'entienden, principalmente, de dos elementos: el Fueu y l'Agua.

Ehí tá… Y los que digan que tou ye superstición, allá ellos… Ellos lo pierden, esbardien diversión y remedios bonos y baratos. Asina que pa los que quieran probar, repasamos unos cuantos.

Como diximos los ritos d'esta nueche xiren en redol al fueu y l'agua.

Lo que tien que ver col fueu simbolízalo la foguera… Esa foguera na que se quema tou lo vieyo pa festexar el poder del sol. Una costume cola que se pretende alloñar los malos espíritos pero val pa muncho más. El fueu ta rellacionáu cola prevención d'epidemies, les cenices curen enfermedaes y saltar, penriba de la foguera, apurre felicidá y bona fortuna. Tamién ye conveniente quemar dalguna cinta rellacionada cola casa, pa procurar la protección de los sos habitantes y los animales si ye que los hai. El festexu termina baillando, alredor de la foguera, la Danza Prima.

Esta nueche tamién ye bien importante l'agua. Simboliza fertilidá y pureza. Considérase qu'a partir de les doce, l'agua ye milagrosa, cura enfermedaes y apurre la felicidá. Pa lo cuál hai dellos procedimientos: dir a la mar y saltar nueve foles de llombu, coyer la flor del agua o revolcase, desnudu, sobre la yerba, aprovechando la rosada. Tou esto tien un efectu máxicu. Sirve p'atopar pareya… pa tener fíos… Y pa estornar l'agüeyamientu y atraer la mocedá y la guapura. Inclusive pa ver les xanes, qu'esta nueche salen de les sos cueves y de les fontes y déxense ver pa ufiertar les sos ayalgues a los que quieran desencantales.

Otra cosa que puen facer ye coyer la flor del agua… Ritu que consiste en posar los llabios nuna fonte antes del amanecer y de que lo faiga otra persona. La flor del agua apurre fermosura, concede felicidá y un bon home, amás de contener propiedaes curatibles.

Tamién ye costume, a partir de la medianueche, que se salga pelos praos y les veres de los ríos a recoyer yerbes medicinales que depués cuélguense nes ventanes de les cases pa recibir la bendición de San Xuan.

Como veis, hai muncho que facer esta nueche…. Muncho… Y llegáu'l casu hasta podemos probar lo que tien de máxica ensin salir de casa…

Ye un ritu qu’encánta-yos a los neños…. Consiste en coyer un güevu y cascalu dientro d’un vasu d'agua. Hai que facelo a les doce en puntu… Esi güevu, mañana pela mañana, apaecerá nel vasu como un barcu de vela…

Asina que venga… A esfrutar d’esta nueche… Ahh… y otra cosa… Tolo que dixi podéis facelo ensin apagar la radio. Que tamién ye pura maxa.

Milio Mariño

lunes, 20 de junio de 2016

Españoles en Paris

Milio Mariño

Un día de estos me levante de buen humor y llegué a la conclusión de que estoy convirtiéndome en un extraterrestre. Lo pensaba mientras tomaba café y veía, en la tele, un resumen de la que hay liada, en Paris, a cuenta de la Reforma Laboral. Un mundo que conozco y en el que estuve hasta hace poco. Ahora mi mundo es otro, pero no por ello puedo evitar el escalofrío cuando veo las calles por las que tantas veces he transitado. Fueron casi veinte años yendo a París, al menos, una semana cada dos meses. Por eso aquellas imágenes me hicieron volver a los recuerdos y al filósofo Luc Ferry, que dice que nuestro pasado pertenece al yo que ya no existe.

La nostalgia siempre nos pilla desprevenidos. Y duele. Duele lo suyo por más que digan que es sana y sirve para vernos tal como somos. En mi caso, ya lo dije, como un extraterrestre. Cada vez entiendo menos que quienes viven en el mundo donde yo he vivido tengan menos derechos y salarios más bajos. De todas formas, ver el Boulevard Beaumarchais tomado, de nuevo, por los obreros me llevó a una manifestación que viví allí, hace años, y al día en que me presentaron a Ana Hidalgo, entonces Inspectora de Trabajo y, ahora, alcaldesa de París.

Un compañero francés propició aquel encuentro. Voy a presentarte a una Inspectora de Trabajo, muy maja, que es compatriota tuya. Ya ven que cosas, aquella emigrante española es, ahora, alcaldesa de París. También es español el primer Ministro francés, Manuel Valls. Y, por si fuera poco, su oponente Martínez, símbolo de la lucha contra esa Reforma Laboral que los franceses llaman “a la española”, nació en Francia, pero es hijo de Manuel y Jovita, un matrimonio de Reinosa.

La realidad viene a ser como un sueño en el que estamos todos y todo se relaciona para darle sentido, aunque no sepamos cual. La Reforma Laboral que tratan de imponer en Francia es una copia de la española y quienes están en el ajo, tres de los principales actores de la escena política francesa, son españoles o hijos de españoles. La alcaldesa de París, Ana Hidalgo, nació en Cádiz, el Primer Ministro francés, Manuel Valls, en Barcelona y Philippe Martínez, secretario general del poderoso sindicato CGT, nació en Francia pero sus padres son de Cantabria.

Los tres tienen en común su procedencia española y su ideología de izquierdas. Coincidencia que cualquiera puede estar tentado a explicar diciendo que en una sociedad democrática es lógico que prevalezca el pluralismo y la facultad de aceptar las diferentes culturas, ideología y procedencia de quienes la forman. Teóricamente, la explicación es de libro, pero cabe preguntarse si aquí, en España, sería posible una situación así. Es decir, que el Presidente del Gobierno, la alcaldesa de Madrid y el Secretario General de UGT o CC.OO fueran extranjeros. Por ejemplo, franceses.

Hoy por hoy parece impensable. Impensable aquí y, por lo visto, también en Londres, donde dentro de cinco días votarán en Referéndum si ha de prevalecer el prejuicio a lo extranjero, aún al precio de un grave perjuicio para el país. La paradoja es curiosa. Acusamos a los franceses de chovinistas, pero ya quisiera el resto de Europa haber superado el nacionalismo neurótico. Ser así de civilizados y aceptar lo que viene de donde venga como lo aceptan en París.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

viernes, 17 de junio de 2016

La Ganchiyu War

El mio camentario de los xueves nel Programa de la RPA Noche tras Noche

El mi lio d'esta selmana trata de que yá tenemos n’Asturies la guerrilla urbana del tricot. Un enclín que surdió n'Holanda, en 2004, y consiste en cubrir con llanes de colores, texíes a ganchiyu, tou tipu d'elementos del moblame urbanu…. Bancos, tiestos, xardineres, faroles, rotondes y lo que se tercie.

Ocúrreseme camentalo nun vaya ser que dalguién salga de casa y al ver una farola orniada con tapetes de ganchiyu o una estatua con un xerséi fechu arrede piense que-y dio una tontura y ta allucinando en colores.

Pue tar tranquilu. Nun pasa nada… Anque-y cueste creyelo ye una nueva manifestación artística. Ye lo que perhí fuera, pel norte d’Uropa, llamen yarn bombing o urban knitting. Dalgo que yá llegó a La Calzada, en Xixón, al traviés del grupu de ganchiyu de l'asociación cultural Mar de Niebla.

Les muyeres qu'integren esi Grupu nun tienen problemes en definise como Guerrilleres del Ganchiyu. Dicen que tou empezó cola donación d'un comerciu de llanes que cerró l'añu pasáu. Diéron-yos un montón de duviellos, entamaron a texer, propunxéronse facer daqué distintu y daquién atopó n'Internet una iniciativa que-yos paeció interesante: El yarn bombing.

La guerrilla del tricot, anicióse n'Uropa como una forma ñidia de protesta. Al paecer, esti iviernu munches estatues de Frankfurt foron vistíes con pantalones, faldes, medies y jerséis que, según les guerrilleres del tricot, aportaron sospreses interesantes y fixeron los espacios públicos más coloríos, más prestosos y menos ensin gracia.

Según Verena Kuni, profesora de Cultura Visual del Institutu d'Educación Artística de la Universidá Goethe, la guerrilla knitter ye una forma de protestar a lo suavín. Cuestiona quien detenta la propiedá de los espacios públicos.

Les nueses guerrilleres nun creo que cuestionen eso pero yá empezaron  a esplegar les sos llanes na Plaza Médicu Félix Prieto, de La Calzada, onde nunca antes s'entamara nenguna actividá, a pesar de que ye bien utilizada polos que viven nesa zona.

El grupu de guerrilleres del ganchiyu, ta formáu por unes quince persones que pasaron cuatro meses texendo pa preparar la so intervención. Tamién tuvieron la gabita d'otros grupos y foron munches les participantes que llevaron la llabor pa casa. Cunten que, inclusive tienen una guerrillera de 96 años. Una señora que diz que gracies a esi llabor recuperó muncha memoria ya vieno-y mui bien pal celebro.
El Grupu de La Calzada caltién contautos con otros grupos d'Urban Knitting de Bilbao y Galicia. Tamién n'Uviéu hai un grupu, pero va tiempu que nun sal a la cai.

Na mio opinión ye d’allabar lo d'estes muyeres que se proclamen guerrilleres de lo aburrío. Pa mi lo meyor ye que tolo que faen ye efímeru. Que los tapetes y el ganchiyu duren lo que duren dempués que los asitien onde sía. Cosa que, por desgracia, non socede con delles escultures d’hormigón, bronce o fierru. Que tol mundu concide en que son horroroses y dempués de munchos años tenemos que siguir sufriéndoles como’l primer día.

Milio Mariño

lunes, 13 de junio de 2016

El miedo ya no viene de Rusia

Milio Mariño

Pronto hará cien años, en mayo de 1917, que los niños Francisco, Lucía y Jacinta, cuidaban de sus ovejas, en la parroquia portuguesa de Fátima, cuando se les apareció la virgen y les hizo el encargo de que rezaran muchos rosarios para la conversión de Rusia. Debieron rezarlos porque Rusia, que era roja y comunista, se volvió rosa y burguesa y pasamos del miedo a los rusos a la bendición de que veraneen en Marbella y gasten aquí muchos rublos.

Aquello del miedo a Rusia pasó a la historia. Hace ya mucho tiempo que nadie teme a los rusos. Pero no importa, los gobernantes siguen necesitando el miedo para mantenernos sumisos. Y como en España, al parecer, no hay miedo bastante para perpetuar a Rajoy, ahora lo importan de Venezuela.

Suena a chiste pero es así. El miedo al paro, la pobreza, los salarios de miseria y las pensiones de quinientos euros, suman un miedo doméstico que puede dar como resultado que votemos lo que no tenemos que votar. De ahí que hayan pensado que  lo que nos da miedo, de verdad, no es caer en la pobreza o tener un Presidente que se esconde detrás de una televisión de plasma sino uno que salga vestido de chándal, igual que Vicente del Bosque. Por eso insisten en compararnos con Venezuela.
Ese cómico empeño, por situarnos en El Caribe, se demuestra, solo, con un dato: En mayo, los informativos de TVE dedicaron 71 minutos a Venezuela y 31 al paro. Tiene su lógica porque, según Rajoy, Venezuela se ha convertido en una seria amenaza para nuestra seguridad. No es el único, también piensan lo mismo Juan Luis Cebrían, ahora que acaban de regalarle una petrolera, Albert Rivera, de quien dicen que se apellida Repsol, y hasta Felipe González, asesor de Gas Natural, amigo del fallecido ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez y de otros respetables que aparecen en los Papeles de Panamá.

Venezuela ha pasado a ser tan importante que nuestros medios apenas tienen espacio para informarnos de lo que ocurre en España. Un país gobernado, en funciones, por gente de bien que insiste en que no tuvo, ni tiene, nada que ver con Bárcenas y Granados, dos gamberros de barrio que montaron la financiación irregular del PP, la Caja B y las mordidas del 20% en Madrid, porque a los de la capital, por algo les dicen chulos y no iban a conformarse con el 3% de Cataluña. Tampoco se habla de los sobres y sobresueldos ni de los ministros con sociedades y cuentas corrientes en Paraísos Fiscales. No se habla porque no somos un país bananero gobernado por un partido, acusado de corrupción, que ha tenido que pagar una fianza para librarse del trullo.


De lo que se habla, el principal argumento de quienes insisten en compararnos con Venezuela, es que España está muy bien como está. Dicen que, aquí, puede que haya paro y corrupción y que unos lleguen a fin de mes y otros no lleguen ni a la mitad pero no hay restricciones. Cada cual puede comprar lo que quiera. Todo lo contrario que en Venezuela, donde, por escasear, hasta escasea el papel higiénico y tienen que limpiarse el culo con calcetines. Una vergüenza. Por eso nos dicen, a todas horas, que tenemos que pensarlo bien antes de votar. Nadie quiere, para los suyos, una humillación así.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

viernes, 10 de junio de 2016

La piana del Presidente Javier

La mio collaboración de los xueves nel Programa de la RTPA Noche tras Noche

 El mi lio d'esta selmana ye porque, va unos díes, el presidente del Principáu, Javier Fernández, recibió a la TPA, nel so despachu, pa falar de les elecciones, y menuda la que se llió. Non polo que dixo sinón porque detrás del Presidente apaecía l'ordenador y la pantalla folgaba enriba d’una curiosa piana: una edición del diccionariu oficial de l'Academia de la Llingua.

El casu foi que como la xente ta a toes, el  detalle nun pasó desapercibíu… Y, en twitter y Facebook armóse la de coyer… Foron munchos los que protestaron diciendo que yera una vergüenza… Que la considerancia y el tratu que’l Presidente del Principáu dispensa a l’asturianu quedaba claro col usu que-y da al diccionariu.

Nun yos faltaba razón. Javier podía forrar la pantalla con un apéndiz del Aranzadi o col llibru de Gustavo Bueno: Zapatero y el pensamientu Alicia. Alcuérdome de Gustavo porque como de xuru sabrán, el filósofu ye un acerrimu defensor del ateísmu católicu. Nun tien problemes en declarase atéu y cristianu. Por eso pensé que pue pasa-y otru tantu a Javier, que nun cree na esistencia del nuesu idioma pero siéntese asturianu.

Anque paeza una contradicción nun lo ye. Cualesquier pue nun  creyer en dios y coles mesmes defender los valores cristianos. Custión que bien pue ser el casu del nuestru Javier... Que nun cree nel idioma asturianu y piensa qu'esi ateísmu ye compatible con ser Presidente d'Asturies.

Son suposiciones porque tamién pue ser que’l Presidente Javier nunca se plantegara, nin de broma, semeya custión filosófica.  Nun hai nada, nin siquier un datu, que nos  faiga pensar que ye un atleta mental. Barruntase más bien curtiu… Por eso que lo d'usar el Diccionariu de la Llingua como piana del ordenador seique seya por una custión física. Javier ye altu y les meses que suministraben Igrafo y Almacenes Pumarin pue que nun fueren les más adecuaes, que nun lo dexaren trabayar adoptando una postura correuta. Obliguen, seguramente, a doblar el llombu y agazupar la columna vertebral. Lo cuál, col tiempu, pue provocar qu’a los usuarios yos salga una gorrumba nel llombu como les que gasten los dromedarios qu'apaecen nes caxetilles de tabacu rubiu.

A lo meyor foi por eso… Por salú llaboral y non por despreciu a la llingua y al usu del asturianu. La xente siempres piensa no peor. Yo, pela mio parte, si Javier confiesa que punxo'l diccionariu como piana pa que nun-y saliera una chepa nel llombu, perdónolo. Si lo fixo pa endrechar la so postura, más que motivu de crítica tendría que ser allabancia. Pero, claro, non val que lu diga. Tenemos que ver cómo se porta. Si vemos que col asuntu del asturianu sigue lo mesmu y nun endrecha entós nun lo salva nin la caridá. Merez que lo pongamos mirando a Cuenca, colos brazos abiertos y un diccionariu en cada mano.

Milio Mariño