lunes, 26 de diciembre de 2016

La inocentada de la sentencia

Milio Mariño

En cosa de un par de días llegarán los Santos Inocentes. Una fecha que, sin ser festiva, es muy celebrada. De hecho, no sé qué religión profesará Christine Lagarde pero, este año, tal vez decida poner una vela a esos santos, sin descartar que les rece un rosario. No sería para menos en vista de la sentencia que la declara culpable y no la condena.

El día de los Santos Inocentes se estableció, en principio, como recuerdo de la trágica matanza ordenada por Herodes pero, en la Edad Media, decidieron cambiarle el significado y la convirtieron en una fiesta de carácter divertido en la que lo típico son las bromas. Un cambio que algunos estudiosos atribuyen a la intención cristiana de contrarrestar la celebración de la “Fiesta de los Locos”, de origen pagano, que con el nombre de “Día de los tontos” se celebra el uno de abril en los países anglosajones.

La festividad cambió de sentido pero, para el caso, viene bien que sean dos fiestas: la de los inocentes y la de los tontos. Viene bien porque la señora Lagarde, la Corte de Justicia de la República y el FMI celebrarán los Inocentes y nosotros podemos celebrar “el día de los tontos”, sin esperar al uno de abril. Es lo que nos toca después de que la presunta inocente fuera declarada culpable y no solo no recibiera condena sino que su culpabilidad tampoco figura en su historia penal. La sentencia reconoce la culpa, pero deja a Lagarde sin sanción, aludiendo a su estatura política internacional y a que los hechos que la incriminan ocurrieron en plena crisis mundial. Lo cual es una inocentada que, a buen seguro, celebrarán Strauss-Kahn, Horst Köhler y Rodrigo Rato, antecesores en el cargo que también tuvieron, y tienen, problemas con la justicia.

Al final, tenemos que tomarlo como una inocentada, pero maldita la gracia. Fueron más de cuatrocientos millones de euros los que el estado francés regaló al millonario Bernard Tapie sin que la señora Lagarde, entonces ministra de Economía y Finanzas, se diera cuenta pues, al parecer, estaba muy preocupada gestionando la crisis y no tenía tiempo para atender pequeñas minucias.

La sentencia, que conocimos hace unos días, pone de relieve la vigencia y similitud de las dos festividades. Por un lado estarían los inocentes, es decir los que creen que la Justicia es ciega e igual para todos, y por el otro los tontos. Los que, aun reconociendo que hace tiempo que la Justicia se ha quitado la venda, tenemos que fastidiarnos y soportar el escarnio de sentencias como esta y organismos internacionales, presididos por la hipocresía y la corrupción, que gobiernan el mundo y siguen dando consejos sobre el modelo democrático y de gestión que hemos de seguir.

Además, para que la inocentada sea mayor, el Gobierno socialista francés se apresuró a brindar su apoyo y expresar su total confianza en la, ahora, condenada señora Lagarde, a pesar de que fueron los socialistas, precisamente, quienes denunciaron el caso. Así es que nada, pelillos a la mar y todos contentos. Fíjense lo bien que ha salido todo que, Christine Lagarde, ha dicho que no recurrirá la sentencia porque, aunque no está de acuerdo, prefiere pasar página y olvidar el asunto. Solo falta que la felicitemos por haber puesto cara de palo y haber aguantado la broma como si creyera que iban en serio.

(c) Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

viernes, 23 de diciembre de 2016

Les engarradielles en Nuechebona

La mio collaboracion de los xueves nel programa Noche tras Noche de la RPA

El mi lio d'esta selmana ye polo que, nestes feches, suel pasar en munches families cuando s'avera la Nuechebona. Por esa cena familiar que, en munchos casos, nun escurre como debiera o acaba n'espolín. D'ehí qu'estos díes abonden les alvertencies, los conseyos y les prevenciones.

Nun l'armes que te conozo. Non se t'ocurra falar de política, nin de fútbol, nin de la familia, nin de lo que fixisti nos tos años mozos. Nun vuelvas dicir que los de dereches son unos fachas nin cuentes esa hestoria de que les llibertaes y el bienestar que tenemos debese a lo que dalgunos lluchastis cuando yerais xovenes. Nun aportunes con eso de que, agora, los mozos son bovinos y l'universidá un pandorial onde pastien como oveyes. Escaezte de lo tuyo y d’esi conformismu qu'aportunes en denunciar. Fai un esfuerzu y tengamos la fiesta en paz.

Esos, o paecíos, avecen a ser los conseyos en munches families pa la cena de Nuechebona. Que nun se ponga sobre la mesa nin un solo tema que puea acabar en bronca. Ye lo que suel faese pero yo tengo duldes de que la prevención valga p'ameyorar la cena. Discusiones, a lo meyor nun hai, pero pue ser peor el remediu que la enfermedá.

Suponiendo que faigamos casu y guardemos al neñu traviesu que llevamos dientro, ya inclusive que'l tontu de la familia, qu'en toles families lo hai, se porte meyor qu'otres veces, l'esfuerzu por caltener una paz artificial pue facer qu'en cuenta d’una cena de Nuechebona paeza una convención d'estriñíos celebrando la so cena añal.

Falar, en familia, como si acabáramos de conocenos, diciendo cumplíos y frases feches pue provocar unos coldazos y aforfugones que te dexen ensin aliendu y hasta se te salten les llárimes. Pues facer la promesa de nun sacar los temes prohibíos y nun falar d'otra cosa más que de banalidaes pero paezme un sufrimientu innecesariu ya inútil.

Si, porque cuando casi tamos avezaos a los defeutos de cada unu, tenemos qu'empezar de nuevu como si arrendáramos una personalidá pa la cena. Y eso oblíganos a tar tol tiempu pendientes…. Perhí nun vaigas, curiáu con esi chiste, güeyu con esa tema…

La ilusión de los anfitriones, sobremanera de les madres y les güeles que son les que más sufren, ye que toos síamos felices y nun se xenere dengún espolín, pero buscar la felicidá neses condiciones ye como buscar un chiste nel discursu del Rei Felipe. Difícil, mui difícil…

Asina que nun sé…. Dios me llibre de dar conseyos… Namás apurro un comentariu… Lo ideal, creo yo, ye que cada unu se porte como ye y sía tolerante colos demás… Que toos nos aceptemos tal como somos… Nun ye muncho pidir…. Por eso pídovos que cenéis bien, síais felices y esfrutéis. Pasáilo bien

Feliz Navidá.
Milio Mariño

lunes, 19 de diciembre de 2016

El Avilés como negocio

Milio Mariño

Una prueba de que en Navidad puede suceder cualquier cosa es que Papa Noel ya llegó al Real Avilés, procedente de México. Llegó con un regalo sin que los aficionados le hubieran escrito pidiéndolo. Fue una sorpresa. Un regalo para hacer negocio. Eso dijeron. Pero ni yo ni unos cuantos forofos, sorprendidos por la noticia, vemos donde puede estar el negocio. Aunque claro, que no lo veamos nosotros no significa que no lo haya. Significa que somos miopes para los negocios porque al fútbol español, incluso a nivel modesto, está llegando capital extranjero.

Así es que algún negocio habrá. Tiene que haberlo cuando los chinos, que no son tontos, están comprando equipos por toda España. Hace apenas un mes, en la Nueva Condomina de Murcia, se celebró lo que dieron en llamar el derby de Shangai. Un partido entre el Jumilla, propiedad de Hui Tang-Li Xiang y el Lorca cuyo propietario, Xu Genbao, proviene como el otro de dicha ciudad. El partido, de Segunda B, se televisó para que lo vieran en China, donde supongo que tanto el Jumilla como el Lorca desatan pasiones.

Cuesta entenderlo. Hace unos años nadie imaginaba que el equipo de su pueblo pudiera estar en manos de un chino, un árabe o un mexicano. Pero los tiempos cambian a pesar de que algunos sigamos en lo nuestro y pensemos que un club como el Real Avilés, por mucho que se gestione bien, no puede llegar muy lejos. Eso pensamos los incautos. Que el fútbol, al nivel que hablamos, no puede ser, nunca, un negocio. Pero… ¿Qué sabemos nosotros? ¿Vamos a compararnos, por poner un ejemplo, con Tariq Abdulaziz Al Naama, que fue quien compró a la Cultural Leonesa y la salvó de su desaparición?

Lo que acaba de ocurrir con el Real Avilés lo explican porque, al parecer, siguiendo la estela del éxito de Carlos Slim, en el Real Oviedo, el grupo inversor mexicano "IQ Finanzas" ha visto negocio y gestionará el club unos años con la intención de ascenderlo y luego comprarlo. La operación ya se firmó pero, a riesgo de resultar pesado, sigo sin ver el negocio. Y no solo por miopía, como dije al principio, sino porque las estadísticas señalan que, desde que se crearon las Sociedades Anónimas Deportivas, el 75% de los clubes de fútbol, gestionados por ellas, han dado pérdidas y generado deudas. Deudas cuya solución fue pedir créditos a los bancos, recurrir a los Ayuntamientos e instituciones públicas, llegar a acuerdos con Hacienda y, en muchos casos, vender el club o liquidarlo.

Las estadísticas están ahí y son demoledoras, pero yo me quedo con un dato que quizá lo explique todo. Iván Bravo, que fue responsable de planificación estratégica del Real Madrid y es director de Aspire, dijo que uno de los motivos por los que la sociedad de Tariq Abdulaziz Al Naama eligió la Cultural Leonesa fue por la similitud de León con Qatar. “Los dos trabajamos con una base de población pequeña para poder identificar, captar y formar talento deportivo y humano. Y tanto León como Qatar tienen ganas, deseo y calidad humana para conseguir resultados y éxitos por encima de una lógica demográfica e histórica”.

Ya estoy más tranquilo. No había contado con que el desembarco de “IQ Finanzas” en el Real Avilés pudiera ser porque Avilés, tal vez, se parezca a Tijuana como Qatar a León.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

viernes, 16 de diciembre de 2016

Tarxetina de Navidá

La mio collaboración de xueves nel Programa de la RPA, Noche tras Noche

El mio lio d'esta selmana empieza por una entruga: ¿Que ye la Navidá?, ¿Sábemoslo de verdá?, ¿Somos conscientes de lo que celebramos? Ye una entruga obligada porque tamos arrodiaos de lluces de colorinos, anque cada vez menos, musiquina de villancicos, Papás Noeles y fartures a tutiplén.. Por eso… ¿de qué vamos falar sinón…? Pues de la Navidá?

Por cierto… El xueves que vien a estes hores yá vamos saber a quien-y tocó El Gordu que, como siempre, caerá bien lloñe, a mil kilómetros a lo menos. De toes maneres, anque non me toque nin un ris, yo prefiero esti gordu al otru…. A esi que llamen Papa Noel y va calando ente nós hasta'l puntu de que yá son munchos los pás que camuden a los Reis por Noel y non porque sían republicanos sinón porque lo ven más modernu y acorde con estos tiempos… Digo yo que sedrá por eso y non por amenorgar puestos de trabayu… Porque volvemos a lo de siempre… Lo qu'equí faen trés, perhí fuera arréglense con unu solo.

Ta too mui guapu pero la maxa de la Navidá pa mi que s'acaba'l día qu'afayamos la verdá… Quiero dicir que, cuando de neños, llevamos la narizada de que nin los Reis son lo que nos dixeron nin Papa Noel entra en casa pela chimenea… Pues, a partir d'ehí, yá se fastidió too... Queda lo que queda… Un consumismu al que nos vemos emburriaos y del que toos participamos, anque reneguemos y demos en criticar… Sí, porque criticar criticamos abondo, pero tou nos paez pocu… Cuanto más regalos y más fartures meyor… Dizse muncho eso de que… Yo nada, a mi con un par de calcetos y dos calzoncíos yá me tienen contentu… Tamién se diz…. La cena de Nuechebona, baaaa… Si me punxeren dos güevos d’aldea con un chorizu y unes pataques frites, quedaba tan a gustu… Si que se diz… Pero tol que pode tirase al mariscu…

Asina que nada, otru añu a siguir la rueda… A esfrutar de la Navidá procurando nun pensar en nada: nin nes perres nin nos efeutos secundarios… Qu'esa ye otra… Hai xente qu'inda nun probó'l turrón y yá ta pensando n'endelgazar en Xineru… La tiranía del cuerpu ye lo que tien… Nun dexa a la xente tranquila, non la dexa comer ensin que-y quede un cargu de conciencia…

Yo mialma lo creo asina.. La Navidá ta fecha pa los neñinos… Los mayores pos bonu… La receta ye dexase engañar… A lo menos hasta'l siete de xineru… Depués yá se verá… Yo ye lo que voi facer…Voi facer como que sigo creyendo nos Reis.. Voi vivir la Navidá como si fuera un neñu. Más o menos como fixo Carmina, la de la llotería, que de sobra sabía que'l décimu nun taba premiáu…

Asina que yá vos digo, lo meyor pa estos díes ye sacar al neñu que llevamos dientro… Lo malo ye si nos toca cuidar a los nietos… Tantos neños xuntos… Nun sé… Pue armase la de coyer.

Milio Mariño

lunes, 12 de diciembre de 2016

Uno de espías

Milio Mariño

Todo lo que se vende se vende más por Navidad. Todo menos los periódicos, que se venden igual: menos en papel y casi nada por internet. Imagino que algo harán pero, mientras llega, pensé que lo mismo que el cine hace películas para estas fechas, también yo podía hacer un artículo. Un artículo para entretener y nada más. Por ejemplo, uno de espías. Género, muy socorrido, al que acaba de apuntarse el polémico Pérez Reverte que el 16 de diciembre llenará el Niemeyer a reventar.

Arturo ha vuelto a las librerías, en vísperas de Navidad, con un nuevo personaje, Lorenzo Falcó, un espía de los de antes: contrabandista de armas, agente doble y lo que haga falta para ser execrable. El éxito parece asegurado, a pesar de que la ficción está perdiendo terreno frente a la realidad. Ahora lo que vende son las historias de personas corrientes porque, casi todos, somos un poco morbosos y nos gusta que, entre nosotros, existan héroes y villanos con los que coincidimos en la cola del supermercado.

El ejemplo más cercano sucedió, hace solo unos días, cuando el diario alemán Sueddeutsche Zeitung destapó la noticia de que Roque Núñez Fuentes, un almeriense de 51 años, residente en Colonia, casado y con cuatro hijos, había sido descubierto como agente doble. Es decir, como miembro del servicio secreto alemán, para el que trabajaba, y “Soldado de la Alá”, a las órdenes de la Yihad.

Si la noticia fuera ese dato, si no hubieran entrado en detalles, echaríamos la imaginación a volar y pensaríamos que se trata de un superagente como los de las películas. Un hombre con unas cualidades extraordinarias: listo, intrépido, valeroso e, incluso, conquistador, que ha recibido una formación y un entrenamiento excepcionales y está preparado para salvar a la humanidad de cualquier desastre. Así es como lo pintarían en una novela o en una película de Hollywood, pero el periódico alemán informa que nuestro Roque, que se hacía llamar Herr Roque, trabajaba de contable en un banco y llevaba la contabilidad de la pequeña parroquia católica de Krefeld, con una minuciosidad y pulcritud absoluta. Y, eso no es todo porque Herr Roque, originario de un pueblo de Almeria, antes de ser contable en un banco y administrador parroquial, había sido tatuador con taller propio, actor porno de películas gay, vendedor de ropa interior militar, ferviente admirador del Che, de quien luce un tatuaje en el pecho, y defensor activo de la bisexualidad, a pesar de que, según sus vecinos, se portaba y educaba a sus cuatro hijos, de forma ejemplar, en la fe cristiana.

No creo que haya ficción que resista semejante historia. Que alguien con esos antecedentes, creencias y oficios pueda ser reclutado, primero por el servicio secreto alemán y luego por la Yihad, con quien se había comprometido a cometer un atentado y matar infieles, resulta increíble. No parece que pueda ser verdad. Y, lo más sorprendente es que no lo descubrió el contraespionaje alemán, se descubrió él mismo diciendo, en un chat extremista, que era un “soldado de Alá”. Gracias a ello fue detenido, en Colonia, el pasado 16 de noviembre.

Supongo que por cosas como esta, el diccionario de Oxford eligió posverdad como la palabra de 2016. Su significado es confuso pero, así por libre, podría traducirse como la verdad revelada que, una vez conocida, nos deja con cara de imbéciles.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

lunes, 5 de diciembre de 2016

Impuestos tontos

Milio Mariño

El secreto para perpetrar un atraco sin vulnerar la ley consiste en apropiarse de nuestro dinero sustituyendo la palabra atraco por la de impuesto. Acaban de hacerlo. El Gobierno, aumentó los impuestos al tabaco y las bebidas alcohólicas y creó un impuesto nuevo para las bebidas azucaradas. Algo que se veía venir porque De Guindos y Montoro hace tiempo que no saben qué hacer y a lo más que llegan es a romper la hucha del abuelo para coger unas pelas y tirar hasta fin de mes.

Nadie esperaba milagros. Todos sabíamos que mentían cuando decían que no subirían los impuestos. Pero una cosa es mentir y otra lo que hace Montoro, que nos toma por tontos y espera que le demos la razón. Ya ocurrió cuando la famosa Amnistía Fiscal, disfrazada de Regularización. Solo faltaba la “Fiscalidad saludable”. Y aquí la tenemos. Nuevos impuestos que gravan el consumo de sustancias que se consideran nocivas para la salud. Lo tradicional era el alcohol y el tabaco, pero han añadido las bebidas azucaradas por aquello de que, al parecer, están relacionadas con el incremento de la obesidad. Ahí es nada, porque si de lo que se trata es de protegernos contra los azucares, anda que no tienen productos para ponerles impuestos y amargarnos la vida a base de bien. Cabe suponer que lo siguiente será poner un impuesto a los pasteles, las galletas y las rosquillas de anís.

Habría que preguntarle a Rajoy, a ver qué dice ahora de lo del IVA de las chuches. Menudo filón para proteger a los niños de los azucares.

Sobra decir que estamos obligados a contribuir y que los impuestos es el medio del que dispone el Estado para obtener los recursos que le permitan cumplir las obligaciones que tiene contraídas con la sociedad. Eso no se discute. Lo que se pone en cuestión es la búsqueda constante de nuevos impuestos que suelen ser regresivos y cuya justificación cae dentro de lo ridículo.

El consuelo, en esto, es que no somos los únicos. El pasado 18 de noviembre se estableció en Portugal el llamado “Impuesto al Sol”. Una revisión catastral que supondrá una carga extra para la casa o el piso que sea muy luminoso y se beneficie del sol. Un impuesto para “los inmuebles donde la localización y operacionalidad relativas tengan un peso del 20% o más”. Bajo ese eufemismo se cobija una revalorización del piso en función del sol que reciba y de su calidad ambiental.

Puede parecer increíble pero ese impuesto ya está en vigor. Lo cual nos acerca al vaticinio de que llegará el día, no muy lejano, en que paguemos por respirar. Pagamos por tantas cosas... En Arkansas, las personas que decidan hacerse un tatuaje o un piercing están obligadas a pagar un 6%, de su costo, en impuestos. El Gobierno finlandés, hace poco, estuvo en un tris de aprobar una tasa específica para las personas obesas, al objeto de sufragar los gastos médicos ocasionados por las enfermedades relacionadas con el sobrepeso. A cambio, proponía reducir el IVA para los vendedores de bicicletas.

La injusticia, de que tengamos que pagar un impuesto por beber un refresco, es que solo beneficia a los pobres. Los ricos apenas lo notarán. Podrán seguir bebiendo los refrescos que quieran, sin darse cuenta de que serán los más perjudicados en cuanto al incremento de la obesidad.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España