miércoles, 16 de enero de 2013

Un libro «pa disfrutar como verderones»




Milio Mariño, en su debut literario en asturiano: «Escribo por placer, no espero ganar dinero ni alimentar el ego»

Francisco L. JIMÉNEZ

«Me atrevo a decir que los que compren el libro van a disfrutar de su lectura como verderones... Y más vale que sea así, porque ni la editorial ni yo tenemos previsto devolver el dinero a quien no le guste». Tan granuja como acostumbra a mostrarse cuando da rienda suelta a su pluma -todos los lunes, sin ir más lejos, en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés-, Milio Mariño (Avilés, 1949) sazonó ayer la presentación de su ópera prima literaria («El xaretón del embeligru», editorial Suburbia) con toda suerte de chascarrillos y la habitual retranca que gasta este sindicalista de Cristalería Española reconvertido a escritor una vez jubilado. Hasta eso, las razones que llevaron a Mariño a dar el salto del sindicalismo a la literatura, mereció cumplida explicación: «Tengo todo el tiempo del mundo para satisfacer mis deseos y este de escribir es uno de ellos; no lo hago ni por el dinero ni por alimentar mi ego, sencillamente porque me place».

Los padrinos del debut literario en solitario de Milio Mariño, que eligió el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés para presentar su obra en la ciudad, fueron Silvia Cosío, responsable de Suburbia Ediciones, y Vicente García Oliva, escritor y miembro de número de la Academia Asturiana de la Llingua. La presencia de este último tenía toda la lógica: «El xaretón del embeligru» está escrito en asturiano. Un asturiano peculiar, eso sí, «sencillo y coloquial», que diría el autor, pero asturiano al fin y al cabo. «Muchos me preguntan que por qué escribo en asturiano y hay hasta quienes me lo reprochan porque aseguran no entender lo que leen. Pues lo cierto es que escribo en asturiano porque es de la forma que mejor me sé expresar y, en cierto modo, por comprimiso conmigo mismo. Desde luego no es ni por fomentar reivindicaciones nacionaliegas no por motivos políticos, quien piense eso que se lo quite de la cabeza», explicó el autor.

Mariño entró en detalles de su relación con el bable para satisfacer la curiosidad del público que acudió a la presentación de su libro: «Falar o escribir en asturiano, hoy en día, val pa bien poco. Eso ye lo que muncha xente piensa. A mi parezme que usar la llingua asturiana val pa sentise asturiano, y eso algunos pensamos que nun tien precio, que no se paga con nada». No es, de hecho, la primera vez que Mariño utiliza el asturiano para plasmar relatos en papel, ya lo hizo hace años cuando en colaboración con otros nueve escritores publicó «Esconderites», obra que fue traducida posteriormente al español.

«Aún me pregunto cómo mis socios en aquel proyecto tuvieron el valor de dejarme colaborar con ellos», manifestó Mariño, quien desde entonces atesoró un buen número de premios literarios tanto en castellano como en asturiano pero nunca se había decidido a publicar un libro en solitario. «Gran parte del mérito de estar hoy aquí presentando este trabajo es de la editora, Silvia Cosío; sin su empeño -y la colaboración económica de la Consejería de Cultura del Principado, justo es decirlo-, en vez de un libro habría un montón de folios apilados en mi casa», comentó Milio Mariño.

El libro en cuestión, ya a la venta en la librerías al precio de 12 euros, compila trece cuentos a través de los que el autor ofrece una particular visión de la vida diaria, de las locuras que atormentan al común de los ciudadanos y de cómo la gente interioriza miedos y sueños por temor al «qué dirán». A caballo entre el realismo y la comicidad, Mariño teje con sus personajes unos relatos que, fieles a lo que debe ser un buen cuento, aportan una moraleja final, cuando menos un elemento que invita a la reflexión.

Antes de proceder a la firma de ejemplares de su libro al público que acudió al Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, Milio Mariño satisfizo otra curiosidad del respetable: de dónde le viene su apego al asturiano. Para explicarlo se remontó a su infancia, que vivió en una casería de La Carriona, frente por frente del centro comercial que ahora se levanta en el solar de la vieja tejera: «De guaje, me repetían mucho una frase: hay que hablar como Dios manda. Pero en casa se hablaba asturiano; en la escuela, en español; los curas, en latín; y el Papa, en todos los idiomas. Tardé tiempo en entender que más que como Dios manda hay que hablar como Dios quiera».

domingo, 13 de enero de 2013

Transparente cuentacuentos sindicado


El perfil de la semana 


Saúl Fernández

Milio Mariño (Avilés, 1949) ha aparcado el sindicato y ha comenzado a contar cuentos. Unos cuantos de ellos forman «El xaretón del embeligru» (Suburbia Ediciones, 2012), su debut como narrador de ficciones. Mariño, sin embargo, nunca ha dejado de escribir. Es columnista de LA NUEVA ESPAÑA desde hace la tira (le pueden leer en estas páginas todos los lunes), pero no ha sido hasta ahora que se ha metido con los relatos de creación. Bueno, hace años participó en «Esconderites», una colección de historias breves de donde salieron los fundadores del semanario «Les Noticies», recién clausurado. «Cerrado del todo», apostilla ahora Mariño. El martes que viene el Club LA NUEVA ESPAÑA acoge el bautizo de la primera criatura de Mariño. Junto al escritor estarán su editora, Silvia Cosio, y Vicente García Oliva, clásico de la literatura en asturiano.

Pero para que Milio Mariño fuera Milio Mariño tuvieron que pasar años enteros reflejados en vidrio. Y es que el escritor antes que escritor fue trabajador de la compañía Saint-Gobain, sindicalista pionero y referente nacional e internacional del sector químico. Mariño resultó elegido representante de los trabajadores en su empresa mucho antes de los primeros comicios sindicales libres, después de la muerte de Franco. Formó parte del comité europeo de la multinacional francesa y, además, de la ejecutiva confederal del sindicato químico de UGT, cuando la ex Ministra Matilde Fernández estaba al frente de aquella federación, que ahora, en Asturias, vive matrimonio histórico con el SOMA.

Mariño pertenece a una familia «avilesina de siempre». El escritor sonríe: «Que no es lo mismo que "de las de toda la vida", que son las más bien». La casa en que nació ahí sigue. «Subiendo a La Carriona: una casa de aldea con hórreo y todo. La misma casa de mi madre», explica. El padre de Milio Mariño se llama Milio Mariño. Naturalmente. La madre, Maruja Riesgo. «Un hermano de mi abuelo tenía una barbería en la plaza de Hermanos Orbón, otro hacía guitarras y un tercero, Kiko El Checo, era sastre», Mariño hace memoria.

Recién cumplidos los 18 el futuro escritor entró a trabajar en Cristalería Española. «Siempre formamos parte de Saint-Gobain, pero no fue hasta hace poco que todas las sociedades del grupo incluyeron el nombre original en el sello de la firma», aclara. ¿Quería Mariño ser operario de Cristalería? «Lo que quería era trabajar y entré en Saint-Gobain de pura casualidad», apostilla el narrador. «Me encontré con un profesor del San Fernando, el colegio en el que estudié. Me preguntó si quería trabajar. Le respondí que sí, que claro. Me dijo que fuera a La Maruca, que necesitaban personal. Y me cogieron», recuerda. «Me salió antes lo de Cristalería que lo del banco, que estaba ahí, a punto», señala.

Saint-Gobain es una sociedad tricentenaria. Nació para reflejar la cara de los reyes absolutos de Francia y creció de manera desbordante por todo el planeta. «Cuando entré éramos algo así como 1.200. Llegamos a 1.600. Ahora son menos de quinientos», comenta. «La implantación de la tecnología ha reducido enormemente la plantilla. A mediados de los setenta comenzaron a aplicar en Avilés una patente que consistía en pasar el vidrio por un baño de estaño: así salía totalmente transparente», explica.

Su trabajo consistió, fundamentalmente, en transformar la arena en parabrisas. Y parece un salto mortal. Ahora Saint-Gobain plantea a sus trabajadores no pagarles los atrasos pactados. Porque los resultados no son todo los óptimos que la compañía quiere, cosas de la Reforma Laboral de Mariano Rajoy.

Mariño también fue concejal. En Castrillón. Dos legislaturas, representando al PSOE. «Entré en el sindicalismo a la vez que en el Partido. Nos reuníamos en el Grupo de Montaña Gorfolí. Allí no íbamos ninguno a la montaña», bromea. «Organizamos las primeras elecciones sindicales en Asturias y una de las primeras en España (los primeros fueron los de la Pegaso)», comenta. «Todos los trabajadores de la planta fuimos candidatos. Y salí elegido. Muy pronto tuve que empezar a viajar a París, a Ginebra... Recuerdo que me entrevistó una televisión de Suecia, en aquellos primeros años de la democracia, todos en Europa daban la bienvenida a los españoles. La verdad es que no sé por qué: el paisano murió en la cama».

Y llegó la jubilación y las ganas de contar cuentos. «Mandé unos pocos a Silvia Cosio y me pidió más. Y así sale este primer libro. Ya tengo terminado otro», anuncia. Va de foráneos que se quedaron maravillados con Asturias. Saldrán Maruja Mallo, Antonio López. «Y unos cuantos más».

La Nueva España, edición de Avilés / Domingo 13 de Enero de 2013


sábado, 12 de enero de 2013

El PSOE va discurrir nueves idees pero colos dirixentes de siempre

Milio Mariño

El PSOE entama güei un procesu de modernización programáticu que va desenvolvese a lo llargo del añu pa concluyir n'ochobre, con una gran Conferencia Política.

Anúncienlo como'l mayor procesu d'alderique, diálogu, participación, y actualización porque, ente los sos oxetivos, ta implicar al mayor númberu posible de persones y colectivos, y sumar idees y respuestes.

Coles mesmes va poner en marcha un gran espaciu de trabayu dixital na rede, que va tar abiertu a tola población, y va constituyise como una plataforma d'escucha activa, conversación y participación.

Depués de cinco millones de votos perdíos y de fracasar en práuticamente toles autonomíes, sacante Asturies, esi podría ser el camín pero naz galguiáu pola resistencia de los que lleven más de vente años en cargos de relevancia y nun tan dispuestos a dexalos y marchar pa casa.

El PSOE precisa una renovación d'idees pero, sobremanera, de persones. Les idees nun fueron les que fallaron, siguen siendo válides, los que fallaron fueron los dirixentes que nun supieron tar a l’altura de lo qu’esixe un partíu y un electoráu d'esquierdes.

viernes, 11 de enero de 2013

Agradezse que queden xueces que manda carallo

Milio Mariño

El Tribunal Constitucional acaba d’amparar, nuna sentencia, la inclusión de la espresión "manda carallo", destacando que denguna llei impide a naide permitise eses llicencies.

El casu esamináu, pol tribunal, foi'l del arquiteutu Gómez Muguruza, que demandó a la so empresa y la demanda foi anulada pola Sala Primera del Tribunal Central, en dos autos, nos que se dicía que nun podíen almitise espresiones como "manda carallo" y entá menos que'l demandante, a pesar de ser riqueríu pa quitales, negárase a facelo.

Gómez Muguruza retrucó que l'estilu y la redacción del so escritu taben dientro del exerciciu llexítimu de los drechos fundamentales a la llibertá d'espresión, opinión y defensa, y que desconocía cuáles yeren "les espresiones coloquiales, superflues ya impropies" a les que s'aludía.

El Constitucional sentencia, agora, que nesti asuntu la llei procesal aplicable nun configura como motivu d'inadmisión de la demanda l'usu d'espresiones inxurioses o pocu respetuoses. Cosa qu’agradeció l'arquiteutu esclariando que nun quixo ofender, sinón que permitióse un toque d'humor, na reclamación a la so empresa, pa evitar colgase d'un árbol.

Toi d’alcuerdo con too, cuando a unu lo echen del trabayu, lo menos que pue facer la xusticia ye dexalo que se desafogue soltando cualquier bocayada.

jueves, 10 de enero de 2013

La policía pesca nes redes sociales

Milio Mariño

La Fiscalía de l'Audiencia Nacional llamó a declarar nel últimu mes a dos persones pol conteníu de les sos opiniones nes redes sociales. Tratase de dos muyeres que roblen los comentarios como Almu en Lucha y Loba Roja.

Nun casu, según la fueya de citación de la Fiscalía de l'Audiencia Nacional que la mesma acusada facilitó escaniada y entornada na rede social, tán investigándola por ser presunta autora d'un supuestu delitu d'enaltecimientu del terrorismu, al citar en dellos mensaxes a los GRAPO.

Nel otru casu, a quien robla como Loba Roja, la cita ye por facer munches referencies a Gramsci y por escribir la siguiente frase: “Hai tres clases de xente: la que se mata trabayando, la que tendría que trabayar y la que tendría que matase'". Una frase que ye de Mario Benedetti.

Los policíes que vixilen les redes sociales nun sé yo sí tarán bien al tantu de los filósofos y los pensadores pero, a riesgu de que me llamen a declarar o m'enchironen, voi probar citando la frase más famosa de Gramsci: “El vieyu mundu muérrese. El nuevu tarda n'apaecer. Y nesi clarescuru surden les bisarmes”.

Barrunto que yá surdieron, que yá tán equí, ente nos.

miércoles, 9 de enero de 2013

Cuatro nun vagón qu'apesta

Milio Mariño

Naide sabe qué facien estos cuatro, caún con más cara qu'espalda, viaxando nun vagón del Ave. Naide sabe que pintaba, ellí, un Príncipe pamestu que fexo’l discursu en catalán, anque nunca lo faiga n’asturiano, y viaxaba enfrente de Mas, el mesmu que va dos díes salió na tele cola foto del Rei voltiada, nun biecu claru de despreciu. Naide sabe que pintaba’l Presidente del Gobiernu aguantando que’l nada honorable, cabezaleru d’un partíu qu’acaba de declarase corruptu, fixera un discursu nel que llama lladrones al restu los españoles. Naide sabe de que se ríi la ministra, anque seya cola sorrisa fata del que traga sapos y culiebres.

Naide sabe nada… Xúntense, unos con otros, y ponen cara d’estreñios cuando, mialma, da cagalera velos facer la comedia de que toos se lleven divinamente.

Nel momentu de la foto, paez como si dalguién tirare un fumiacu y tastiaren el golor a podre. El vagón fiede qu'apesta pero denguno de los cuatro toma cuenta de la mierda propia. La propia nun güel y l'ayena sopórtenla con cinismu y una pinza nes ñarres.

Tolos díes apaecen nuevos casos de corrupción, la xente suicidase, quemase a lo bonzo y protesta na cai pero como si cantaren. Los cuatro del vagón tan convencíos de que faigan lo que faigan tenemos la obligación d'aguántalos y baxar la mollera.

domingo, 6 de enero de 2013

Pero sigo siendo'l Rei, dixo Xuan Carlos

Milio Mariño

La entrevista que Jesús Hermida fixo al Rei, que nun aguanté na so totalidá, alcordóme aquel cantar mexicanu… Una piedra nel camín, enseñóme qu'el mio destín… Yera rodar y rodar… Nun tengo tronu nin reina… Nin naide que me comprienda… Pero sigo siendo'l Rei…

La sensación foi como de publicidá pagada, de publirreportaxe navidiegu que fala d'un productu cuyes virtúes y defeutos yá conocíamos de sobra. Foi falar pa nun dicir nada y dexar al descubiertu les tresnochaes idees y les llimitaciones d'un home de 75 años que nunca foi brillante y que les sos torpeces, siempre, quixeron vendeles como feches arrede por dalguién mui campechanu y simpáticu.

Más qu'un asuntu seriu paecía una escena infantil. El tratamientu de señor, col que testeronamente Hermida dirixíase al Rei, recordaba'l señor si señor de los subordinaos escontra los oficiales que vemos nes películes americanes.

La conclusión final ye que'l Rei caltién los sos privilexos, va siguir siendo rei hasta que muerra y nun va apurrir nada nin va contribuyir a gobernabilidá d'España. Lo único positivu foi que, nesta ocasión, nun soltó denguna patochada, aconseyáu, de xuru, de que los súbditos y el país nun tán pa chancies nin graciosaes.