lunes, 24 de noviembre de 2014

El candado del 78

Milio Mariño

Creo que fue Unamuno quien dijo que para dar una vez en el clavo hay que dar cien veces en la herradura. Por eso, ateniéndome a la observación del filósofo vasco, perdono a Pablo Iglesias que llamara a la Transición “el candado del 78” y dijera que piensa abrirlo, desconozco si con la llave del consenso o con una cizalla. Al parecer, quiere empezar de cero, hacer de la Constitución un sayo y enfrentarse al futuro limpio de polvo y paja. Ahí es nada. Como sí los que participamos, aunque fuera de forma modesta, en la Transición Democrática no hubiéramos pensado lo mismo, no hubiéramos cedido, en nuestras pretensiones iniciales, y no analizáramos lo sucedido, llegando a la conclusión de que no es para estar satisfechos del todo. Conclusión a la que, seguramente, llegará, dentro de nada, el líder de Podemos, pues pocas cosas suceden como deseábamos, como suponíamos o como habíamos previsto.

No trato de justificarme. Al contrario, asumo los errores y reivindico para los que entonces éramos incluso más jóvenes de lo que Pablo es ahora, la misma ilusión y las mismas ganas de transformar un país que había que ver como estaba. Había que verlo en aquella época y no cuarenta años después, ojeando fotografías y artículos de prensa, con la incredulidad y la ventaja del que sabe cómo ha transcurrido la historia.

En los tiempos que digo, hace casi cuarenta años, España era un solar fascista, vigilado por guardas y perros de presa, en el que a duras penas pudieron improvisarse cuatro cimientos, sobre los que se construyó, aprisa y corriendo, una constitución, la que inauguramos en 1978, que era como un piso sin acabar en el que nos metimos a vivir porque no había otra. Había la intemperie de las instituciones franquistas, el ruido de sables y la música de los grises. Había miedo a raudales, por más que ahora suene a invención del abuelo para presumir de valiente.

Así estaban las cosas. Cualquiera puede hablar del candado o del Régimen del 78, pero entonces, como ahora, el debate era ruptura o reforma. No vayan a pensar los de Podemos que nadie luchó por ir más allá. Bastantes de los que estábamos por la ruptura aceptamos la reforma y, luego, la defendimos como si hubiera sido nuestra propuesta inicial. No lo tomamos, siquiera, ni como un cambio de postura. Aceptamos el Pacto de la Moncloa sin saber que operaba en nosotros un fenómeno muy general en la Historia. Por lo visto es normal que, quienes al iniciarse un proceso son audaces y avanzados, se vuelvan más precavidos en el fragor de la lucha. Al principio se lanzan a por todas sin importarles su suerte o lo que pueda pasar, pero luego aparecen los moderados, simplifican las cuestiones, las bajan de las alturas y las llevan al terreno de lo práctico. Se impone aquello de que un buen acuerdo es el que no deja, plenamente, satisfechas a ninguna de las dos partes y acaban por convencerse de que es más útil pactar que atrincherarse defendiendo su idea.

No quisiera parecer pedante si digo que yo, todo esto, ya lo he vivido una vez. Por eso me da pereza que vuelva la trenka, Lluis Llach y L’Estaca, la OTAN y el discurso de finales de los setenta. Pero no solo eso sino que nos lo presenten como una gran novedad.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

jueves, 20 de noviembre de 2014

Vente d’Avientu

Milio Mariño

Vente d’avientu y nin fríu nin calor. Yá casi naide s’alcuerda de que tal día como güei morrió’l ditador. Yo sí que m’alcuerdo, Alcuérdome que xuntámosnos unos cuantos y celebrámoslo abondo. Falamos de lo que díbemos facer y de lo muncho que quedaba por bregar. Pensábemos que diba ser como pasar de la nueche al día y nun foi asina. Foi pasar de lo prietu a lo gris. Navegar pol llaberintu buscando esa lluz que, después de cuarenta años, entovía nun vi. Pero equí siguimos, rumiando la señardá y alcordando aquellos díes con esi tarronin d’esperanza qu’endulza’l lo que nun pudo ser.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Una seronda de mátame camión

Milio Mariño
La mio collaboración de los xueves nel programa de radio Noche tras Noche, RPA.

El mi lio d'esta selmana ye que tengo’l celebru que yá nun pue con más. Taba a puntu d'españar, agobiáu por tantos y tantos casos de corrupción… Y apaecieron los empresarios, col cuentu de que, d'equí al 2018, son quien a crear 2,3 millones d’empleos y baxar la tasa de paru al 11 per cientu.

Oyílo na radio, mientres me taba afaitando… Y, non vos miento… Tal como taba, en calzoncíos, diéronme ganes de salir corriendo, llantame en medio la cai y glayar: Mátame camión.

La noticia dexóme a cuadros, pero lo qu’acabó por facer de min un guiñapu, que nun sabía si rir o llorar, foron les midíes que, dicen, deberíen tomase pa consiguir esos dos millones llargos de puestos de trabayu.

L'informe del Conseyu Empresarial de la Competitividá, qu'asina ye como se faen llamar les 18 empreses más importantes d'España, hai que velo. Merez que, cuando nos refiramos a los empresarios, dexemos fueraparte la palabra presuntu y digamos que son tontos, tontos, del culu… Buenu, del culu, la cabeza, el tueru y les estremidaes.

Tontos dafechu porque lo que proponen, pa crear dos millones trescientos mil empleos, ye meter a los obreros nel estrumidor y dayos dos vueltes o tres… Son más facilidaes pa los contratos y los despidos, que baxen los salarios y les pensiones y que xuban l'IVA y los precios. Ahh, y tamién que s'acabe cola corrupción y l'ineficacia del gobiernu tocantes a escorrer la economía somorguiada y el trabayu en negru. Pa estu, pal trabayu en negru, piden más inspeutores… Digo yo que nun sedrá pa qu’ispecionen y denuncien los contratos basura… Que sedrá pa que tean al tantu y denuncien a los trabayadores que, inda, cobren un sueldo curiosu.

Non contentos con esti refileru de babayaes… Como si quixeren midir la nuesa capacidá d'aguantadera y cubicar si tenemos, o nun tenemos, sangre y valor bastante como pa salir en tropiella, armaos con palos y estaques, cierren la so propuesta cola babayada de que les midíes que proponen deberíen de paece-y bien a tou quisque, yá sía de dreches, d'esquierdes o de Podemos…. Formación que nun citen, arrede, pero que, aldovinase, debió ser el detonante que prendió la mecha pa qu’abandonaren la so mudez y rezaren les cuatro tontaes que camentamos. Que yá veis lo que son… Esi padrenuestru de baxar entovía más, los salarios, de que puean despidir a la xente ensin da-y, siquier, los bonos díes y que llegalicen unes condiciones de trabayu que-yos permitan tener esclavos a precios de saldu.

Enantes, en tiempos normales, los sindicatos yeren los que casi tolos años anunciaben una seronda caliente. Agora non… Agora son los trabayadores y los sindicatos los que tan qué tremen de fríu y nun se calienten, nin cuando los empresarios echen más lleña al fueu… Por eso dicía, al entamu, qu’esta seronda ye de les de mátame camión.

lunes, 3 de noviembre de 2014

El protocolo como excusa

Milio Mariño

La actualidad va tan deprisa que cualquier noticia, por importante que sea, caduca antes que esos yogures que colocan, de forma estratégica, en la primera fila de los supermercados. Aguanta dos o tres días, pasa a segundo plano y, al cabo de una semana, se convierte en un par de líneas o, simplemente, desaparece.

Digo esto porque ya casi nadie se acuerda de aquellas noticias que daban cuenta del primer contagio por Ébola y de una palabra, protocolo, que surgió como por arte de magia y, durante unos días, fue la más pronunciada en una acepción que, para sorpresa de algunos, no tenía nada que ver con la etiqueta y la actividad diplomática, sino con el conjunto de pautas que, en una determinada circunstancia, han de seguirse para garantizar la seguridad y evitar o minimizar el error.

De aquella, hace apenas un mes, todos los que habían tenido algo que ver con el contagio por Ébola, ya fueran cargos políticos, responsables sanitarios, encargados de la limpieza o conductores de ambulancia, echaban balones fuera refiriéndose al protocolo. Sorprendía que hablaran en aquellos términos porque era como si el director de una compañía aérea, cuyo avión acabara de estrellarse en el mar, dijera como disculpa: Cierto que los pasajeros han fallecido todos pero, antes de que la compañía asuma alguna responsabilidad, habrá que ver si respetaron el protocolo y siguieron las instrucciones correctas sobre el uso del chaleco salvavidas.

La utilización que se hizo, entonces, del protocolo sirvió para que nos diéramos cuenta de que ocurra lo que ocurra, ya figura por escrito como ha de resolverse. Los que mandan ya no tienen que tomar decisiones, establecen un protocolo y lo que pase luego no es culpa suya. La culpa será de quien tenga un despiste y no siga las instrucciones. Esa fue la versión del Consejero de Sanidad de Madrid, que culpabilizó a la víctima y, al día siguiente, tuvo que rectificar, presionado por la opinión pública.

Rectificó, solo, a medias porque, la semana pasada, volvió a su versión primitiva. Habló el marido de Teresa Romero, dijo que era una historia plagada de errores, desaciertos y falta de control político, y los responsables volvieron al protocolo, como la burra al trigo. Insistieron en culpar a la víctima para eludir su responsabilidad y descartar cualquier fallo.

Tanto empeño, por utilizar el protocolo como disculpa, me hizo creer que debía tratarse de un invento reciente. Salí del error cuando supe que nació el 26 de febrero de 1852, que fue cuando el barco ingles Birkenhead naufragó en las costas de Sudáfrica y su capitán, Alexander Seton, con sólo dos botes salvavidas para 6000 pasajeros, dijo: “Las mujeres y los niños primero”.

Hasta entonces nunca nadie había impuesto, como regla, quién debía abandonar antes un barco. Pero, desde aquel día, la frase del capitán Seton se convirtió en una norma náutica no establecida, en un protocolo que se siguió a rajatabla cuando, en 1912, naufragó el Titanic.

Quizá se estén preguntando si existe algún protocolo que establezca quién debe abandonar el barco primero. Sí que lo hay, pero no afecta a las mujeres y los niños porque, cuando se trata de salvar vidas, no pueden hacerse distingos por razones de edad o de sexo. Afecta al capitán. La norma establece que el capitán debe ser el último en abandonar el barco. Cosa que no siempre se cumple.

Milio Mariño / Artículo de Opinión/ Diario La Nueva España

viernes, 31 de octubre de 2014

Llamen Halloween a la fiesta celta del Samain

Milio Mariño

La mio collaboración de los xueves nel programa de la RPA, Noche tras Noche.

El mi lio d'esta selmana ye qué nun pueo evitalo, ca vez qu’oigo dicir Halloween ruco los dientes de rabia. Nun hai cosa que más m'ofienda qu’esa pallabra y tolo que tan montando a costa d’una fiesta que forma parte de l’ancestral tradición asturiana, heredada de los celtes.

Lo que los americanos llamen Halloween, equí primero llamóse Samain y llueu los difuntos. Yera una de les fiestes más importantes, pos con ella celebraben el fin del branu y facíenlo con un gran amagüestu, y sidra duce, cerca d'una foguera, alredor de la cuál xuntábense los vecinos, a comer castañes y beber sidra, teniendo curiáu de dexar dalgo de sobra pa que tamién pudieren comer y beber los difuntos.

La protagonista d’esa nueche, de la nueche de difuntos, yera La Güestia, que salía de procesión coles almes en pena y llevaba un güesu humanu encendíu a mou d'antorcha.

Polos difuntos, lo qu’agora llamen Halloween, amás de comer castañes, beber sidra y xuntase alredor d’una foguera, pa cuntar hestories, había la costume d’asitiar calabaces, allumaes con una vela, nos cruces de los caminos y nes fasteres de los montes cercanos a les aldegues.

Tou eso foi perdiéndose porque taba prohibíu y persiguíu pola ilesia. Una ilesia qu’agora, al paecer, diz pocu, o nun diz nada, de la patochada yanqui y de toa esa parafernalia que ta invadiendo los chigres, les discoteques y los hoteles. Pero, lo más grave… Lo grave d’averes ye que nes guarderíes y nes escueles, tan faciendo creer a los neños que ye una fiesta que nació nos Estaos Xuníos, en cuenta dici-yos que vien de los sos güelos ya bisagüelos.

Esmolezme la capacidá de contaxo que tienen eses bobaes y la facilidá con que prinden y son aceptaes. Y esmolezme, más entovía, que la nuesa realidá colos muertos fuere banalizándose hasta'l puntu de que l'enclín actual ye a separtanos d'ellos, lo más posible, y estremalos de la nuesa vida social, anque caún lleve a los suyos por dientro.

A los muertos yá naide yos guarda llutu, nin se-yos tien demasiáu respetu, nin se procura nun falar mal d'ellos. Neso, mialma paez que toos camudamos bastante… Y hai qu’acéutalo… Lo que nun aceuto ye que les discoteques, los hoteles y los Centros Comerciales utilicen a los muertos como pretestu pa facer negociu organizando unes fiestes que maldita la gracia y el sentíu que tienen.

Ta claro que caún pue facer lo que-y pete. De toles maneres nun quedaría tranquilu si non vos dixera dalgo que forma parte de la vieya tradición asturiana y que, de xuru, nun saben los promotores del Halloween. Estos díes, agora polos difuntos, que non se-y ocurra a naide barrer pa escontra fora de casa, pos dicíen los celtes que quien barría asina, barría la felicidá y atrayía la desgracia.

Tais avisaos. Si dalguién lo toma por una bobada allá él… Más bobada sedría perder la felicidá por nun facer casu a lo nueso y enfotase nesi antroxu de payares qu’inventaron los yanquis.



viernes, 24 de octubre de 2014

Ente lo Real y lo auténticu

Milio Mariño

La mi collaboración de los xueves nel Programa Noche tras Noche de la RPA.

El mi lio d'esta selmana ye d'axenda, téngola petada. Toi que nun doi abasto. Anque buenu, la verdá ye que naide me convidó a nengún de los actos Reales que se celebren n’Uviéu… Casi meyor porque, yo, va tiempu que tenía pensáu dir a los otros, a esos actos que nun son Reales pero si mui auténticos. A los que tienen la emoción y el ciñu de lo que bilta de la corada y la gran ventaya de que nun esixen vistise de gala.

Agora, va pocu, acabo volver del Corredoria Arena, que bien ser el Madison Square Garden de los probes y lo contrariu que’l Campoamor.

Nel Corredoria Arena entréguense los premios de la Fundición Príncipe d'Astucies. Que son los Premios de verdá, los más merecíos, los que la xente da a los que son morralla, yá que por si non lu sabéis, esta selmana conviven n'Uviéu, dos mundos bien distintos: el de palaciu y el de pueblu.

Ensin despreciar a los del premiu Real, que seguru que la mayoría merécenlo de sobra, yo apuntéme a los premios auténticos, a esa gala alternativa que tien nominada a Ana Mato, como candidata al premiu de la Concordia porque en pidir la so dimisión toos concordamos; a José Ángel Fernández Villa, como candidatu al premiu de les Artes, pol arte que punxo pa esconder una fortuna; y a Javier Rodríguez, Conseyeru de Sanidá de la Comunidá de Madrid, como candidatu a los premios d'Investigación, porque merez ser oxetu d'investigación que, nun país con un 25% de paru, dalguién tan faltosu y babayu diga que tien la vida resuelta.

Pero la mio axenda nun creáis que s’acaba equí. Tamién toi apuntáu a les marches pola dignidá, la mesa reonda cola presencia de los principales ideólogos de Podemos, que güei mesmu yá tuvieron nel Corredoria Arena…. Y al ensame de xuntes temátiques sobre asuntos como'l tratáu de llibre comerciu, la defensa de los servicios públicos, el neolliberalismu y la educación, la política migratoria o'l drechu a decidir.

Y, enriba, por si nun fuere bastante, mañana vienres, día de la ceremonia de los Premios Príncipe, tocame madrugar. Tocame porque los participantes nel foru social van van salir a primer hora, en cinco columnes, dende Xixón, Avilés, La Pola Siero, Llangréu y Mieres, en dirección a Uviéu, pa xuntase a les dos y media la tarde, nel Campu San Francisco, comer cualquier cosuca y dempués, a eso de les cinco, sumase a la protesta na plaza La Escandalera.

Si entovía me queden fuercies pienso rematar la xugada, después, pela nueche, asistiendo al conciertu pola dignidá que va celebrase na Llosa la Renfe.

Nun sé si podré con tou, pero tolo que dixi tien la ventaya de que nun precises que naide te convide nin que gastes un ris. Pues dir por to cuenta y, si te peta, cola ropa de tolos díes.



viernes, 17 de octubre de 2014

Pola xeta o con tarxeta

Milio Mariño

La mio collaboración de los xueves en Noche tras Noche RPA

El mi lio d'esta selmana vien de comparar dos estafes: una de 6000 euros y otra de 15 millones. Yá sé que la diferencia, en dineru, abulta mui grande, como 20 viaxes d'ida y vuelta a la lluna, pero lo que más me llamó l’atención ye qu'hai otra diferencia entovía mayor pos la estafadora de los 6000 euros yá ta na cárcel mientres que los qu'estafaron 15 millones siguen perhí de comedia, chungándose de toos nosotros.

La hestoria de como ye qu’a unos estafadores nun yos pasa nada ya otros métenlos na cárcel esplicase dependiendo colo qu’estafes. Si estafes con tarxeta nun pasa nada, pero si lo faes cola xeta, anque seya más arriesgáu y menos gananciosu, tien un castigu mayor.

Cola xeta estafaben dos muyeres de Xixón, una de 80 años y la so fía, de 42, que fueron deteníes por atropar una delda por importe de 6.000 euros en cuatro establecimientos hosteleros onde tuvieron comiendo y cenando a diariu mientres casi cinco meses, ensin pagar un ris.

A esos 6000 euros hai qu'amestar 1000 euros más qu'estafaron a un confiteru de Llugones que-yos tuvo suministrando pasteles, bollos y empanaes lo menos un mes.

Habrá quien se ría y piense qu'estafar pola xeta nun tien méritu, que pue facelo cualquiera, pero ye más complicáu que facelo cola tarxeta.

Estafar pola xeta supón tener qu'apurrir garantíes y credenciales, cosa que les dos muyeres facíen por partía doble. Facíenlo de palabra diciendo que taben reformando’l so chalé y preparando la boda de la más nueva, que se diba a casar con un señor que primeru camentaron que yera abogáu, dempués que trabayaba n'Arcelor y a la fin atribuyéron-y l’oficiu de Conceyal en Xixón. Que, pa m’idea debió ser lo que les perdió.

Amás de dar garantíes de pallabra tamién les daben de vista y de tratu pos según los estafaos, yeren educaes, simpátiques, diben bien vistíes, peñaes de peluquería y portando bolses de firma nes que, supuestamente, guardaben compres percares. Y pa dai más aquello al asuntu, al paecer non se privaben de nada, comíen a la carta y acababen les comies con un café y un chupitu.

Como ta mandáu. Hai que tener inxeniu y bon gustu anque seya pa estafar una comida o un trocín d'empanada. Non como esi ex Ministru y ex Gobernador del Bancu Mundial que salía tocando una campanuca, a lo fatu, y nun día fundía en discoteques lo qu'estes probes muyeres estafaron dúrante cinco meses, pa poder esfrutar d’un platu comida.

Yá se que nun tienen esculpa, nin entá sabiendo que vivíen nun pisu nel que-yos cortaren la lluz y el teléfonu porque nun teníen con qué pagalo. Esculpa nun tienen, pero que me perdonen los estafaos porque tampoco m’atrevo a condenales, y menos, a meteles na cárcel. Primero qu’elles tan toos esos manguanes de Bankia qu’estafaron cola tarxeta y siguen estafándonos cola xeta, pa mayor escarniu.