lunes, 20 de enero de 2020

Entre dormir y rezar

Milio Mariño

Por como luce en las imágenes del telediario, no es arriesgado pensar que Pedro Sánchez duerme como un lirón cuatro meses después de haber dicho que con Pablo Iglesias en el Gobierno no podría ni pegar ojo. Lo del sueño parece que lo ha resuelto sin necesidad de ansiolíticos. Otra cosa es el efecto que su Gobierno ha provocado en los partidos de la oposición, donde ha cundido el pánico más allá de lo que sería razonable ante cualquier nuevo gobierno.

Cuesta entender ese temor. Cuesta entenderlo porque creo que el de Pedro Sánchez será un gobierno como tantos otros. Un gobierno que abordará los problemas de forma muy parecida a como lo hicieron los anteriores. Es decir, que cambiará poco las cosas porque apenas queda margen para hacer algo muy diferente de lo que se venía haciendo. Eso lo sabemos todos y el que finja que no lo sabe, o es tonto o se hace. De modo que no hay razones objetivas para que la oposición se abone al catastrofismo y diga que nos han tocado los peores tiempos para vivir y el peor gobierno posible. Tampoco las hay para que no hubieran esperado, siquiera, ni a los cien días de rigor, pues antes, incluso, de que el presidente y los nuevos ministros y ministras tomaran posesión de sus cargos, ya fueron sometidos a una crítica feroz, anticipo de lo que les espera, que no será una oposición constructiva sino una guerra sin cuartel al objeto de derribarlos cuanto primero mejor.

Todavía está por ver la capacidad de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para gobernar en coalición y hacerlo de forma positiva, atendiendo al interés general. Cosa que pueden lograr porque saben que se la juegan y afrontan una responsabilidad histórica. Y saben, además, que acaban de asumir el gobierno en unas condiciones que fíjense como lo verán algunos que el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha pedido que la gente se ponga a rezar.

En esas estamos, aunque estemos en el siglo XXI. Estamos en que algunos parecen empeñados en que cunda el pánico, dando por supuesto que una parte de la población es idiota y comulga con esa idea de que este gobierno hará que nuestro país se convierta en Venezuela. Un delirio al que contribuye, de manera importante, Monseñor Cañizares con esa petición de que se rece por España. Tan importante que no sé yo si no estará metiendo a Dios en un compromiso. Lo digo porque las oraciones, dada la posición de la iglesia, no se piden para que Dios se conmueva y ayude al nuevo Gobierno a triunfar. Se piden para que el Gobierno de Pedro Sánchez fracase. La idea es que los españoles recen para pedirle a Dios que intervenga y no permita que gobierne la izquierda. Menos mal que Dios no se deja manipular, como ya ha demostrado con creces. Así es que seguirá sin hacer caso al egoísmo de las peticiones interesadas por más que intenten sobornarlo poniéndole muchas velas y rezándole muchos rosarios.

Con todo, contando con que el presidente pueda volver a tener problemas para conciliar el sueño y que algunos recen pidiendo el fracaso, no veo razones para el pesimismo. Cierto que el nuevo gobierno afronta una tarea difícil y hasta es posible que no tenga a Dios de su parte, pero tampoco creo que lo tenga en contra.


Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

2 comentarios:

  1. Querido Mariño: El "Cañizares" es normal que salga a la palestra con estas historias. Lo tenemos mas cerca de casa con nuestro Arzobispo, que por una parte sabe echar flores a nuestro presidente autonómico diciendo que es católico en los medios; pero por otra parte tiene bien aleccionados a a los curas de cada parroquia para que nos digan a los 20 viejos que vamos a misa, que el momento presente es una situación dificil y como oi ayer "que se intenta quitar la religión de las aulas para imponer unas formas cívicas que no son recomendables. Estuve por decirle que "La formación del espiritu nacional, los doce puntos de La Falange, el certificado de buena conducta para obtener el titulo de Magisterio y el tener que tragarme misa y rosario durante cinco cursos todos los dias....eso ¿que era?. Bueno "El Cara al Sol" de postre. Considero que estos partidos de la oposición actual, no tienen ni historia, ni memoria. No hay más que niñas y niños guapos e incluso quienes han nacido en el extranjero. El caso es tener un asiento en algún organismo para poder insultar o decir memeces como el hijo de Adolfo Suarez. Nada más un saludo para ti y sigue siendo tan certero con tu pluma.
    Saludos.

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Milio Mariño