lunes, 20 de enero de 2025

Hoy inauguran el futuro

Milio Mariño

Con la proclamación de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos se confirma que el mundo está virando hacia un nuevo escenario en el que los países apuntan a ser gobernados por políticos autoritarios, mentirosos y fanáticos, que vienen con la receta del anarco-capitalismo bajo el brazo. Un viejo invento que nació hace ahora cien años y consiste en que el Estado desaparezca para que el Mercado pueda actuar libremente, sin ningún obstáculo.

Lo que dicen los analistas y los expertos, de cómo hemos llegado a esto, no me convence. No creo que haya sido producto de un cerebro brillante sino la reacción primaria de un par de ricos con suerte.

Hace unos años, no muchos, ser rico y andar por el mundo exhibiendo la riqueza en plan obsceno, como quien abre la gabardina y enseña lo suyo, no estaba mal visto. Pero la gente acabó por hartarse y a los ricos les entró el canguelo. Se alejaron del mundanal ruido y se recluyeron en sus mansiones. Un fastidio porque, aunque daban grandes fiestas privadas, ni llevando a Los del Rio conseguían divertirse. Probaron con viajar al espacio y hacerse astronautas, pero tampoco. Ni siquiera cuando compraron los periódicos, las radios y las televisiones y luego las redes sociales consiguieron pasarlo mínimamente entretenidos. Seguían igual de aburridos. No les divertía ni navegar en lujosos yates, con señoras y señores estupendos, tomando gin-tonic de Watensi y bailando con la música de Bad Bunny.

Nada. El caso que, en una de aquellas fiestas, uno de los más ricos tuvo una idea. Que os parece si nos metemos en política. Olvídalo, en política hace mucho que estamos metidos y es un fastidio. Lo sé, pero no es lo mismo poner a quien creemos más manejable que hacerlo nosotros mismos, sin intermediarios. Diversión de primera mano sin pagar ni un céntimo. Cobrando.

A los que estaban en aquel grupo se les iluminó la cara. Podemos hacer que la gente se entere de que mandamos lo que realmente mandamos. Podemos rebajar nuestros impuestos, reducir la presencia del Estado y acabar con el despilfarro de los subsidios y los servicios públicos. En nuestras manos está reformar el viejo mundo y convertirlo en uno nuevo y más racional.

La reforma empieza hoy. Hoy empieza el futuro. Tienen previsto que algunos países, que funcionan como las viejas tiendas de ultramarinos, acaben cerrando. Serán absorbidos por las grandes superficies. Estados Unidos se hará con Canadá, Groenlandia y tal vez México. Aquí, en nuestro caso, los imitadores de Trump propondrán recuperar Portugal, hacernos con Gibraltar y establecer bases estratégicas en las islas Chafarinas y la isla Perejil. Allí, en Estados Unidos, Trump incluye en su gobierno a Robert F. Kennedy Jr., Elon Musk y otros multimillonarios y aquí Feijoo y Abascal incluirán a Francisco Roig, Florentino Pérez  y, tal vez, Nacho Cano.

En principio parece un chiste, pero eso pensábamos de que volviera Trump y hoy está en la Casa Blanca. Claro que también puede ser el preludio de la Tercera o la Cuarta Guerra Mundial. Cuesta ponerle número porque, tal como va el mundo, no sabemos qué guerra toca.

Ahora mismo, lo que triunfa y está en boca de todos es el disparate que inauguran en Estados Unidos. No obstante, les animo a ser optimistas. Estoy convencido de que la tortilla de patatas acabará imponiéndose y derrotará a las hamburguesas de McDonalds.


Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España 


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