El robo del loro “Yaco”, hallado felizmente gracias a la
colaboración ciudadana, me hizo reflexionar sobre los robos que venimos
sufriendo. Sí, porque ya no fue que robaran un loro, que tiene delito, fue que
robaron de todo: chucherías, papel de fumar, preservativos, segadoras y aperos
de labranza, un televisor, bicicletas, electrodomésticos, joyas, dinero suelto...
Dada la heterogeneidad del género será difícil atrapar a los
cacos. Pero no quiero hablarles de eso, sino de que esta semana pasada hice,
por mí cuenta, un estudio que no tiene nada de científico ni es, por supuesto,
fiable. Es muy simple. Por espacio de dos días y en horas distintas, un día por
la mañana y otro por la tarde, salí de Las Meanas y fui caminando hasta subir
por La Cámara, llegar al Parche, torcer por la Fruta, bajar por La Molinera, atravesar la Muralla,
Pedro Menéndez, Rui Pérez… Y vuelta a empezar. Hora y media paseando por el
centro de Avilés sin que viera ni un solo Policía Local. Ni Local, ni Nacional
ni nada de nada.
No quiero decir con
esto que los Policías estuvieran tomando café, al resguardo del frio. A lo
mejor estaban poniendo multas, investigando el paradero del loro “Yaco” o
siguiéndoles la pista a los preservativos robados. En eso no entro. Solo apunto
el dato de que no encontré ni un Policía en la calle. Y, que quieren… Aunque
sea por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con el jefe de
Policía de Nueva York: “Un Policía que no suda y pisa la calle no es Policía.
La actividad policial ha de estar en la calle, no dentro de un coche o en una
oficina.”
Insisto en que pudo ser una coincidencia. Además, seguro que
también influye que, según mis notas, Avilés cuenta con 99 Policías Locales y
de acuerdo con no recuerdo que Ley, el Ayuntamiento debería procurar que la
plantilla fuera, como mínimo, de 1,5 policías por cada mil habitantes. Lo que
haría un total de 122 policías frente a los 99 actuales.
También puede ser, no lo sé, que el trabajo se reparta de
forma que se preste más atención al tráfico, y otras cosas, que a las personas.
Sea lo que fuere, lo cierto es que si encontrar un Policía Local paseando por las
calles de Avilés es, ya, para dar saltos, no les cuento lo que me cuentan en
los barrios. En Versalles, La Luz o Miranda, dicen que sí, que a la Policía
Local la ven pasar en coche, pero que pasa a una velocidad que, sospechan, no
debe ser la reglamentaria.
Con más presencia policial, en las calles y los barrios, es
aventurado decir que se hubieran evitado los robos de estos últimos días. La presencia de Policías, por si misma, no
garantiza nada, pero hay datos que vienen de lejos y son preocupantes. En mayo
de 2016, Avilés presentaba unas cifras que eran para hacérselo mirar. El robo con
fuerza en domicilios había aumentado un 106,3%; los robos con violencia e intimidación
un 90,9%; los hurtos un 42,6%; los daños un 39,3%; y los delitos y faltas, un
22,2%.
Esa es la historia. Hace siete meses los síntomas eran
graves. Que ahora estemos en la UVI de las patrullas vecinales demuestra que las
autoridades no estuvieron al loro. Y no me refiero al loro “Yaco”.
Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España
el loro yaco, es un ave muy linda, se adapta al habitad que les proporciones, solo le tienes que dar los cuidados necesarios y mas que todo no olvidar su alimentación, y tenerlos en un lugar donde no se estresen
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