lunes, 12 de diciembre de 2016

Uno de espías

Milio Mariño

Todo lo que se vende se vende más por Navidad. Todo menos los periódicos, que se venden igual: menos en papel y casi nada por internet. Imagino que algo harán pero, mientras llega, pensé que lo mismo que el cine hace películas para estas fechas, también yo podía hacer un artículo. Un artículo para entretener y nada más. Por ejemplo, uno de espías. Género, muy socorrido, al que acaba de apuntarse el polémico Pérez Reverte que el 16 de diciembre llenará el Niemeyer a reventar.

Arturo ha vuelto a las librerías, en vísperas de Navidad, con un nuevo personaje, Lorenzo Falcó, un espía de los de antes: contrabandista de armas, agente doble y lo que haga falta para ser execrable. El éxito parece asegurado, a pesar de que la ficción está perdiendo terreno frente a la realidad. Ahora lo que vende son las historias de personas corrientes porque, casi todos, somos un poco morbosos y nos gusta que, entre nosotros, existan héroes y villanos con los que coincidimos en la cola del supermercado.

El ejemplo más cercano sucedió, hace solo unos días, cuando el diario alemán Sueddeutsche Zeitung destapó la noticia de que Roque Núñez Fuentes, un almeriense de 51 años, residente en Colonia, casado y con cuatro hijos, había sido descubierto como agente doble. Es decir, como miembro del servicio secreto alemán, para el que trabajaba, y “Soldado de la Alá”, a las órdenes de la Yihad.

Si la noticia fuera ese dato, si no hubieran entrado en detalles, echaríamos la imaginación a volar y pensaríamos que se trata de un superagente como los de las películas. Un hombre con unas cualidades extraordinarias: listo, intrépido, valeroso e, incluso, conquistador, que ha recibido una formación y un entrenamiento excepcionales y está preparado para salvar a la humanidad de cualquier desastre. Así es como lo pintarían en una novela o en una película de Hollywood, pero el periódico alemán informa que nuestro Roque, que se hacía llamar Herr Roque, trabajaba de contable en un banco y llevaba la contabilidad de la pequeña parroquia católica de Krefeld, con una minuciosidad y pulcritud absoluta. Y, eso no es todo porque Herr Roque, originario de un pueblo de Almeria, antes de ser contable en un banco y administrador parroquial, había sido tatuador con taller propio, actor porno de películas gay, vendedor de ropa interior militar, ferviente admirador del Che, de quien luce un tatuaje en el pecho, y defensor activo de la bisexualidad, a pesar de que, según sus vecinos, se portaba y educaba a sus cuatro hijos, de forma ejemplar, en la fe cristiana.

No creo que haya ficción que resista semejante historia. Que alguien con esos antecedentes, creencias y oficios pueda ser reclutado, primero por el servicio secreto alemán y luego por la Yihad, con quien se había comprometido a cometer un atentado y matar infieles, resulta increíble. No parece que pueda ser verdad. Y, lo más sorprendente es que no lo descubrió el contraespionaje alemán, se descubrió él mismo diciendo, en un chat extremista, que era un “soldado de Alá”. Gracias a ello fue detenido, en Colonia, el pasado 16 de noviembre.

Supongo que por cosas como esta, el diccionario de Oxford eligió posverdad como la palabra de 2016. Su significado es confuso pero, así por libre, podría traducirse como la verdad revelada que, una vez conocida, nos deja con cara de imbéciles.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

lunes, 5 de diciembre de 2016

Impuestos tontos

Milio Mariño

El secreto para perpetrar un atraco sin vulnerar la ley consiste en apropiarse de nuestro dinero sustituyendo la palabra atraco por la de impuesto. Acaban de hacerlo. El Gobierno, aumentó los impuestos al tabaco y las bebidas alcohólicas y creó un impuesto nuevo para las bebidas azucaradas. Algo que se veía venir porque De Guindos y Montoro hace tiempo que no saben qué hacer y a lo más que llegan es a romper la hucha del abuelo para coger unas pelas y tirar hasta fin de mes.

Nadie esperaba milagros. Todos sabíamos que mentían cuando decían que no subirían los impuestos. Pero una cosa es mentir y otra lo que hace Montoro, que nos toma por tontos y espera que le demos la razón. Ya ocurrió cuando la famosa Amnistía Fiscal, disfrazada de Regularización. Solo faltaba la “Fiscalidad saludable”. Y aquí la tenemos. Nuevos impuestos que gravan el consumo de sustancias que se consideran nocivas para la salud. Lo tradicional era el alcohol y el tabaco, pero han añadido las bebidas azucaradas por aquello de que, al parecer, están relacionadas con el incremento de la obesidad. Ahí es nada, porque si de lo que se trata es de protegernos contra los azucares, anda que no tienen productos para ponerles impuestos y amargarnos la vida a base de bien. Cabe suponer que lo siguiente será poner un impuesto a los pasteles, las galletas y las rosquillas de anís.

Habría que preguntarle a Rajoy, a ver qué dice ahora de lo del IVA de las chuches. Menudo filón para proteger a los niños de los azucares.

Sobra decir que estamos obligados a contribuir y que los impuestos es el medio del que dispone el Estado para obtener los recursos que le permitan cumplir las obligaciones que tiene contraídas con la sociedad. Eso no se discute. Lo que se pone en cuestión es la búsqueda constante de nuevos impuestos que suelen ser regresivos y cuya justificación cae dentro de lo ridículo.

El consuelo, en esto, es que no somos los únicos. El pasado 18 de noviembre se estableció en Portugal el llamado “Impuesto al Sol”. Una revisión catastral que supondrá una carga extra para la casa o el piso que sea muy luminoso y se beneficie del sol. Un impuesto para “los inmuebles donde la localización y operacionalidad relativas tengan un peso del 20% o más”. Bajo ese eufemismo se cobija una revalorización del piso en función del sol que reciba y de su calidad ambiental.

Puede parecer increíble pero ese impuesto ya está en vigor. Lo cual nos acerca al vaticinio de que llegará el día, no muy lejano, en que paguemos por respirar. Pagamos por tantas cosas... En Arkansas, las personas que decidan hacerse un tatuaje o un piercing están obligadas a pagar un 6%, de su costo, en impuestos. El Gobierno finlandés, hace poco, estuvo en un tris de aprobar una tasa específica para las personas obesas, al objeto de sufragar los gastos médicos ocasionados por las enfermedades relacionadas con el sobrepeso. A cambio, proponía reducir el IVA para los vendedores de bicicletas.

La injusticia, de que tengamos que pagar un impuesto por beber un refresco, es que solo beneficia a los pobres. Los ricos apenas lo notarán. Podrán seguir bebiendo los refrescos que quieran, sin darse cuenta de que serán los más perjudicados en cuanto al incremento de la obesidad.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

viernes, 25 de noviembre de 2016

Los xabalís yá son como cualesquier vecín

La mio collaboración de los xueves nel programa Noche tras Noche de la RPA

El mi lio d'esta selmana ye polos xabalís…. Yá sé que xabalís siempre los hubo… Que vivíen nel monte y un día apaecía unu per equí… otru día otru per allá, depués yá fueron dos, llueu una manada y agora, dende apocayá, paez como si vivieren en cualesquier barriu de la ciudá. Atópeslos per tolos sitios… yá nun respeten na, nin a la policía municipal. El vienres pasáu, nel Berrón, apaeció una peada de cinco y trés d'ellos truñaron contra un coche patrulla de la Policía de Siero. Los policíes resultaron ilesos pero casi la palmen del xustu.

Llevamos tiempu ablucándonos porque los xabalís baxen del monte y s’averen a les zones urbanes. Asina ye, y yo creo que'l nuesu plasmu vien de que nun pensamos con mentalidá de xabalí… Pensamos como pensamos y nun mos ponemos nel so llugar… Fixámosnos namás nel físicu y como nun son mui agraciaos refugamos que nun son intelixentes.  Tamos enquivocaos, los xabalís son mui llistos. Tienen una gran memoria y anque de vista anden regular súplenlo col olfatu. A tou eso hai qu’amestar que va tiempu llegaron a la conclusión de que somos inofensivos… Nun yos facemos na… ¿Qué razones tendríen pa nun dar un paséu peles zones onde vivimos ?. Nenguna. Asina que nun hai por qué estrañase de qu'un vienres pela nueche una peada de cinco xabalís quixeren dar una vuelta pol Berrón. A lo meyor, El Berrón, pa ellos ye un sitiu d'ambiente…

 Yá sé qu'una cosa ye que dar una vuelta y otra truñar al coche de la policía… Pero quien sabe, igual lo fixeron en defensa propia… Igual teníen mieu de que-yos fixeren un control d'alcoholemia.
El problema ye que cada vez hai más xabalís abeyando peles zones urbanes. Y la preba de que nun se trata d’una casualidá ye que va pocu sosprendieron a unos cuantos n'Uviéu, nos xardinos de Villa Madalena. Lo cuál demuestra que tán tan integraos que-yos interesa, como a nós, el pufu que tien l’ayuntamientu con esi xalé.

La Conseyería de Recursos Naturales calcula que n'Asturies hai 60.000 Xabalís. Una cifra que desmiente'l Fapas, que diz que nun son tantos. Non lu sedrán pero, al paecer, hai consensu tocantes a que puen ser 700 los que viven pela redolada  d'Uviéu… Y dalgo habrá que facer…

Los zoólogos y los defensores de los animales proponen que les soluciones que s'adopten nun sían violentes. Ye fácil dicilo pero si pidiéramos voluntarios pa que falaren colos xabalís y los convencieren de que nun baxaren del monte nun creo qu'apaecieren munchos. Lo qu’asocedío en Siero demuestra que yá nun respeten nin a la Policía Municipal. Y como lo siguiente sía que tamién truñen a la Guardia Civil… Entós si que yá… Cualesquier día vémoslos merendando chocolate con churros nuna terraza de la calle Palaciu Valdés.

Milio Mariño

lunes, 21 de noviembre de 2016

Ronda que te rondaré

Milio Mariño

El anuncio de la alcaldesa de Castrillón, de presentar un nuevo recurso judicial contra el trazado elegido para la llamada Ronda Norte, ha devuelto a la actualidad un proyecto que lleva diez años parado, por más que se considere vital para el puerto de Avilés. Para el puerto y la Comarca, pues Avilés, Castrillón y Corvera forman un espacio urbano continuado, aunque se trate de tres ayuntamientos distintos. Tres ayuntamientos con la obligación de entenderse y ofrecer soluciones que en ningún caso pueden ser particulares. Las redes viarias, la movilidad y los accesos, de los tres concejos, están tan inter relacionados que han de contemplarse en su conjunto. No puede hacerse de otra manera, a menos que se quiera tirar el dinero y no resolver los problemas.

La cuestión, ahora mismo, es que se ha acusado al Ayuntamiento de Castrillón de localista por anunciar un nuevo recurso contra el trazado de la Ronda. Tal vez lo sea, pero allá se anda con el de Avilés pues el ayuntamiento avilesino, con su silencio, está aceptando un trazado que haría posible la construcción de la Ronda a costa de crear un problema mayor fuera de su término municipal. La Ronda Norte, tal como está concebida, desemboca en la Variante, una vía, actualmente, saturada de tráfico que con el aporte de vehículos pesados sufriría un colapso. De modo que ese trazado solo podría ser una solución, para los accesos al puerto, sí incluyera desdoblar la Variante y transformarla en Autovía. Circunstancia que no está contemplada en el estudio económico y el Ministerio de Fomento, en principio, no asume.

El Ayuntamiento de Castrillón estaría equivocado si lo que propone es volver al trazado del túnel bajo la ría. Los técnicos, es cierto que han calificado la llamada “alternativa 3”, la que contempla el túnel, como la mejor, pero su elevado coste la hace inviable. En cambio, sí el trazado propuesto incluyera el desdoblamiento de la Variante, podría ser una solución para los accesos de ambos concejos. Conviene tener en cuenta que el acceso a Castrillón ya genera problemas y los accesos de Avilés están todos por resolver. Avilés no tiene resuelto el acceso de la Autovía del Cantábrico, por la Cruz de Illas y La Carriona, ni el acceso de la Variante por Buenavista. Cuenta con único acceso aceptable, el de la Rotonda de Los Oficios, que es insuficiente.

El compromiso de Fomento es financiar el proyecto de la Ronda Norte una vez que el Principado lo redacte. Y en esas estamos después de diez años. De ahí que nos parezca que el Gobierno del Principado no puede permanecer al margen y asistir, como espectador, a la disputa entre dos Concejos. Tiene que tomar la iniciativa, sentarlos en torno a una mesa y si, al final, no hay acuerdo decidir una solución. No parece lógico que apueste por un Área Metropolitana Central y adopte una actitud neutral cuando es necesario corregir los desequilibrios, acabar con las tensiones entre los Concejos y resolver, de una vez, los problemas de un área congestionada donde la mejora de la accesibilidad es una necesidad prioritaria. No podemos seguir así otros diez años. Apelar al localismo no justifica la ineficacia. Tan censurable es que los Ayuntamientos de Avilés y Castrillón no se pongan de acuerdo cómo que el Gobierno del Principado deje pasar el tiempo y no haga nada.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España


lunes, 24 de octubre de 2016

Corruptotes y corruptitos

Milio Mariño

Las declaraciones de los acusados en el caso Gürtel nos han puesto al tanto de que hay corruptotes y corruptitos. Dos especies que se parecen pero son diferentes. De hecho, Bárcenas pertenecería a una y Correa a la otra. Fue lo que insinuó Correa, en su intento por convencernos de que la corrupción consiste en hacer de la política un negocio que enriquece a unos pocos pero beneficia a todos. Ahí estuvo, presumiendo de qué se lo llevó crudo porque se lo merece. Fue muy didáctico. Describió una época en la que quien no se hizo rico fue porque no quiso. Sirva como ejemplo que, entonces, cualquiera que se dedicaba a alicatar cuartos de baño ganaba el doble que un profesor de universidad. Lo cual, además de suponer la dignificación del proletariado, demostraba que los jóvenes que apostaban por ir a la universidad actuaban como unos parásitos que no contribuían en nada al progreso de la sociedad.

Aquella España era Jauja. Era consecuencia de la política neoliberal de Rato y Aznar, aderezada con la Ley del Suelo y el pelotazo. Todo un éxito si tenemos en cuenta que el PIB per cápita creció un 64%, la inflación se redujo y la riqueza neta de las familias casi se duplicó. De modo que pasamos a ser casi ricos por obra y gracia de una entelequia que, ahora, acaban de revelarnos. Aquella riqueza, aquello que parecía normal y no lo era, tenía su origen en la corrupción. La corrupción dinamizó la economía, favoreció el crecimiento y se convirtió en motor del progreso. De ahí que los acusados consideren que los cargos que les imputan son producto de una incomprensión moral pues, si bien es cierto que, sobre el papel, tal vez pudieron haber cometido alguna irregularidad, debería tenerse en cuenta que lo hicieron movidos por su enorme utilidad social.

El argumento, y la defensa, de los acusados en el caso Gürtel va por ahí. Pero eso no es todo. Han dejado en el aire la interesante pregunta de si era más corrupta aquella España de entonces o esta de ahora. Ésta en la que, aun sabiendo que los partidos y muchos de sus políticos están inmersos en casos de corrupción, la gente sigue votándolos y absolviéndolos en las urnas.

Algo de razón sí que tienen. Tal vez deberíamos admitir qué a muchos españoles, si se presentara la ocasión, no les importaría saltarse las leyes, sobornar o hacer lo que fuera, con tal de engordar su cartera. Es decir, que habría una mayoría de corruptitos que piensan como Correa. Lo cual explica que España sea el único país del mundo donde se afirma, con convicción, que la regeneración ética puede hacerse desde el poder. Que todo marcha como es debido porque los corruptos, al parecer, son capaces de condenarse a sí mismos y condenar a sus cómplices. Convicción que encaja, como anillo al dedo, con eso de que el votante del PP tenga derecho a que su partido gobierne pero el votante del PSOE no lo tenga a que el suyo se oponga y cumpla con la promesa que hizo a sus electores. Así que volvemos al principio, a los corruptotes y corruptitos. A un nuevo Gobierno que añadirá dos huevos duros a lo ya conocido y una oposición que se limitará a decir, como Groucho Marx, y nosotros tres huevos más y uno de ellos de oca.

Milio Mariño / Artículo de Opinión / Diario La Nueva España

lunes, 17 de octubre de 2016

La enseñanza y el uniforme escolar

Milio Mariño

La enseñanza se ha convertido en una de las actividades más complejas y complicadas de la sociedad actual. Tal vez por eso, y por la cortedad de miras de los sucesivos gobiernos, llevamos años sin ponernos de acuerdo al respecto de una Ley de Educación que sea aceptada de forma mayoritaria. La última, aprobada en diciembre de 2013, suscitó el rechazo de todos los Grupos Parlamentarios a excepción del PP, que fue quien la propuso. De todas maneras, a pesar del caos educativo, la educación no figura entre las preocupaciones de los españoles que aparecen reflejadas en las encuestas de CIS.

Será que no es para tanto. A lo mejor el problema no está en la citada Ley sino los uniformes escolares. Lo digo en serio. Me remito al manifiesto publicado por varias asociaciones feministas que consideran inaceptable que se incluya la falda como parte del uniforme escolar pues, en su opinión, se trata de una prenda sexista que fomenta la desigualdad. Lo que no aclaran es por qué demonizan la falda y santifican el pantalón. Y deberían aclararlo porque en base a su razonamiento también podía ser inaceptable que incluyeran el pantalón y que tanto los niños como las niñas vistieran falda.

Cuando leo estas cosas no sé si el mundo se ha vuelto loco o el loco soy yo. Pienso que ya tengo una edad y temo no haber evolucionado al ritmo de los demás. En cualquier caso, aun a riesgo de que me llamen carca, opino que educar en la igualdad no puede ser que consista en hacer que las niñas se parezcan a los niños. Así que ya pueden ser ciento y la madre las asociaciones feministas que suscriben el manifiesto que, para mí, es un disparate que consideren que la vestimenta determina los comportamientos sexistas. Y un disparate mayor que traten de fomentar la igualdad imponiendo la forma de vestir.

Yo lo tenía claro. Pero como quería saber si lo que plantean esas asociaciones feministas venía dado por lo que proponen en otros sitios, di una vuelta por internet y encontré que en el Reino Unido ochenta colegios adoptaron, de forma experimental, el uniforme escolar neutro. Un único uniforme, para niñas y niños, que incluye pantalones, faldas y corbata. El objetivo es que cada alumno, a partir de los cinco años, pueda vestirse en función de su iniciativa y no, necesariamente, de su sexo. Es decir que pueda ponerse la prenda que le apetezca porque los niños, según Paula Weaver, directora del colegio pionero en esta práctica, tienen derecho a expresar su identidad sin nada que les coarte.

El experimento, que ya se hizo el curso pasado, confirmó lo que, seguramente, sospechan. El pantalón fue más popular entre las niñas que la falda entre los niños. Al parecer ni uno solo acudió al colegio vestido con falda. Lo cual demuestra que para ese viaje no hacían falta alforjas. Solo hacía falta que los padres de los niños compraran una falda. Un gasto innecesario que podían haberse ahorrado. Pero que importan unos euros cuando de lo que se trata es de no coartar al niño y que tenga una falda en su armario por si le apetece ponérsela.

Creo que, en esto, la tontería está suplantando a la razón. Menos mal que los niños aportan la sensatez y ponen las cosas en su sitio.

Milio Mariño / Artículo de Opinión/ Diario La Nueva España

viernes, 14 de octubre de 2016

Bañeres nos praos como bebederu pal ganao

El mio camentariu de los xueves nel programa Noche tras Noche de la Radio del Principáu

El mi lio d'esta selmana empezó por un twit del escritor Roberto González Quevedo nel que sollertaba de que les bañeres tán convertiéndose nun elementu más del paisaxe asturianu, como bebederu pal ganáu.

Dalgunos diréis: Bahh… Menudu problema… Cola que ta cayendo y esti esmoleciéndose por una tontura. Pero, de tontura nada… Basta con dar una vuelta per cualesquier zona rural pa comprobar la cantidá de praos nos qu'hai una bañera vieya como bebederu pal ganáu. Lo cuál, podemos míralo como queramos pero enfea la redolada, enllordia'l paisaxe y da una imaxe tercermundista que nun ye propia d'esti paraísu del que tantu presumimos.

Por eso, nun creo que nin Roberto nin yo seamos los únicos que llamentamos ver un prau preciosu con un montón de vaques pastiando y una bañera en medio enfeándolo tou. Supongo que munchos pensareis lo mesmo. Agora bien, la cuestión ye cómo solventar esi problema. Si lo que cuadra ye reivindicar que'l Gobiernu Rexonal dexe de llamase a andana y ordene al Seprona qu'entame a poner multes o sí sedría meyor concienciar a los ganaderos nel sentíu de q’usar una bañera vieya tirada nun prau, como bebederu pal ganao, queda feu y ye posible que, hasta a les vaques, yos produza refugu. Pa mi que les vaques beben neses bañeres porque nun tienen otru remedio pero si fixéramos una encuesta, apuestu que responderíen que-yos repuna facelo.

Yá sé que falta por conocer la versión de los ganaderos, les razones que los lleven a utilizar esi inventu. Figúrome la respuesta. Van dicir que se trata d'una bebederu baratu que facilita que les vaques tengan agua onde non l'hai y qu'amás cumple cola función de reciclar un trastu. Eses bañeres que cada vez s'usen menos y vamos sustituyendo por una ducha zarrada con cristalinos.
 No del reciclaje lleven razón. Ye verdá que reciclen, pero siguiendo esi exemplu, eso de poner una bañera vieya nun prau como bebederu pal ganao tamién podíamos poner un váter como asientu nuna marquesina del autobús. Hai que mirase un pocu, nun val tou. Si polo menos disimularen enterrando la bañera en suelu o poniéndo-y unos tapinos alredor… Pero tirala de mala manera en mediu del prau. Ehí va, según quede… Queda fatal.

El problema nun ye solu nuesu. Tamién los praos gallegos y cántabros tán llenos de bañeres que s'usen como bebederos pal ganáu. A lo qu'hai qu'amestar les finques onde'l paisanu tuvo la ocurrencia de poner un somier vieyu como portiellu. Son detalles qu’igual paecen de poca importancia pero queden fatal.. Asina que nun taría mal que los ganaderos se fueren concienciando. De momentu avisamos… Dicímoslo equí pola radio…Pero si naide fai casu nun refugo que lo llevemos al Parllamentu Asturianu.

Milio Mariño